martes, 9 de abril de 2013

Históricas


GENERAL LEÓN DEGRELLE:
CAUDILLO DEL VALOR,
LA FIDELIDAD Y EL HONOR
  
  
El Dr. José Luis Jerez Riesco continúa sus importantes trabajos históricos con este estudio centrado en la singularísima figura del General León Degrelle, quien fue un hombre de Fe Católica, un guerrero sin par y un escritor de espíritu exquisito. El título de la obra es “Degrelle en el exilio. 1945-1994”. La edición fue realizada por la Editorial Wandervogel. El tomo consta de 617 páginas divididas en seis capítulos, más 18 páginas de papel satinado reproduciendo fotos inéditas del Caudillo en diversas actividades.
  
Iniciamos este comentario con nuestro corazón rebosante de admiración por el héroe que nos presenta, con documentación insoslayable, la gran pluma de Don José Luis Jerez Riesco. Por eso elevamos un ruego como punto de partida.  Éste se debe a un espíritu hispanoamericano y dice así: “Que aquel que reparte misteriosamente excelencias nos otorgue el privilegio de privilegios, que es el de dar”. Al conjugar el verbo final del pensamiento transcripto se hallará el resumen de la vida del General en su más que honrosa vida terrenal.  Darse constantemente por su Fe Católica, su Patria chica y grande, amén de por nuestra Civilización Cristiana que impregnó al mundo con la Verdad revelada por  Cristo Jesús.
  
El espíritu del Cruzado está reflejado en sus libros.  Uno de los más hermosos es “Almas Ardiendo”, que fuera traducido al español y prologado nada menos que por don Gregorio Marañón. Estamos frente a un trabajo con páginas de paz, guerra y exilio, redactadas por León Joseph Marie Ignace Degrelle, nacido el 15 de junio de 1906 en Walonia, exactamente en la Villa Noble de Bouillon, la misma del medieval Cruzado Godofredo, quien adoptó el apelativo del burgo de las Ardenas. Milagro dispuesto por Dios, que marcó los días del Guerrero como lo reflejan sus pensamientos y su accionar. He aquí una perla del riquísimo collar de las almas que, como la de Degrelle, arden en la marcha hacia Dios. Del poema Cimas unos versos en los que se exaltan la perseverancia imbatible: “Entonces la  victoria será tuya / días después de haber dado / hasta el último esfuerzo, caer con los brazos en cruz desde la gran cima / y rodar con los guijarros, hasta el fondo del lejano abismo / todo habrá terminado.  La victoria será tuya, volver a bajar ya / no tendrá importancia; habrás dejado la vida con el último esfuerzo / ¡canta! ¡que tu voz resuene en los valles profundos ¡no te arrepientas de tus lágrimas! / lo más duro ya está hecho ¡ahora, resiste y resiste! ¡aprieta los dientes! y pon una mordaza en tu corazón… ¡y sube!”
  
El Dr. Jerez Riesco comenta en  memorable página: “Es una visión pórtica de la ética de su forma de vivir, un canto a toda virtud, que un hombre ha de tener la bondad, la paciencia, la obediencia, la renuncia, el llevar una vida recta, el tener bondad y misericordia, pero sabiendo también cuándo toca ser duro y recto. La felicidad se ha convertido en un fruto que devora ávidamente; sin embargo la única felicidad es el dar, el darse”.
  
También nuestro héroe llevaba en las campañas anti bolcheviques un Diario Íntimo en el que se refiere a la muerte, y dejó en unos papeles frases emotivas: “Debería decir: vamos, es todo, yo pongo en orden mis recuerdos en líneas de colores y marcho hacia la muerte ahogando mi corazón”. El General debió haber engarzado como divisa lo que estampara en acero: “¡Los que titubean en el esfuerzo es porque tienen adormecida el alma”.  Porque en verdad, el redivivo Godofredo de Bouillon nunca titubeó.
  
Entre 1926 y 1927 estuvo en México, donde vivió peligrosamente actuando como corresponsal de los Cristeros en esos momentos en lucha contra el endemoniado tirano masón Plutarco Calles. De regreso a su patria se graduó como Doctor en Leyes en la Católica Universidad de Lovaina. Comenzada la década de los años treinta, acompañado de Monseñor Picard, jefe de la Acción Católica, fundó el “Movimiento Rex” (por Cristo Rey), llevando a cabo una dura lucha con el convencimiento de que Europa debía unirse en pro de la herencia cultural común. De ahí que fuera invitado por Churchill para conversar en Londres, y poco después convidado a Berlín para entrevistarse con el Canciller Hitler. Luego viajó a Roma, donde fue recibido por el Duce de Italia.
  
Por el sistema de Versalles los 19 Estados que formaban Europa en 1914 se convirtieron en 27. Era la pulverización de Europa y el aumento de los conflictos raciales y limítrofes. A ello se agregaba la crisis incomprensible estallada en Jew York en 1929 cuando, en la Bolsa, los bonos alcanzaban cifras muy altas. Degrelle en esos meses llegó a la conclusión de que la guerra era inevitable en pocos años. Por ello se puso en contacto con los movimientos que sintetizaban la tradición, como la Falange Española acaudillada por la personalidad magnífica de José Antonio Primo de Rivera, quien le concedió la ficha de afiliación número 1 para los extranjeros. Luego, la “Guardia de Hierro” rumana, encabezada por su Jefe Cornelio Codreanu, le dio la bienvenida.
  
Degrelle era en esos tiempos la personalidad más joven de los Conductores que perfilaban la Nueva Europa. Su presencia y oratoria galvanizaban  a las juventudes. Su lucha tenaz era franca y leal. Nunca dejó de asistir solo a las reuniones marxistas para discutir con todos los presentes. Sus planteos se fundamentaban en la Doctrina Social Católica. Enfrentó con dureza a la herética Democracia Cristiana, a la hipócrita Social Democracia y al Marxismo, resumidero del deicidio. El ascenso Rexista era imparable, cuando el 21 de febrero de 1936 la Santa Sede rompió sus relaciones con el Rexismo recomendando votar contra Degrelle. El mundo político católico quedó paralizado. ¿Qué fuerzas misteriosas se habían movido para golpear a Degrelle que estaba por dar jaque mate al marxismo en Wallonia y Flandes? Quien esto escribe no ha encontrado explicaciones válidas.
  
Estallada la Gran Guerra, la conflagración convocó a cientos de miles de voluntarios contra el bolchevismo. El nuevo Caudillo de Bouillon creó la Legión Wallona y la de Flandes formadas por decenas de miles de jóvenes que siguieron a Degrelle. Éste, anotado como soldado raso, quiso ser siervo de los más humildes. Así conquistó los grados hasta el Generalato, cuando ya sólo se luchaba para impedir el avance de la horda capitalista bolchevique. En el sector de Degrelle el enemigo solo avanzó treinta kilómetros en treinta y cinco días. Así lo expresó el Caudillo en una carta cuando estaba prácticamente paralítico en el Hospital General Mola: “No he sido ministro ni jefe de gobierno, he sido un soldado contra el bolchevismo; ¡eso es todo! He ganado mis ascensos. He llegado a General únicamente por méritos de guerra. Estoy en posesión de las Hojas de Roble y la Cruz Alemana de Oro, así como la Medalla de Oro de los Heridos que se recibe al haber sido herido al menos cinco veces. Pero además, y esto prueba mi papel de verdadero combatiente, he recibido de manos del Führer la Insignia de Oro de los Combates Cuerpo a Cuerpo con la que se honra luego de haber participado en cincuenta de ellos por lo menos…” (Párrafo de una carta de León Degrelle redactada en 1945, transcripta en forma íntegra por José Luis Jerez Riesco).
  
No fue fácil su lucha. Sus padres ancianos de 78 años y 17 veces abuelos, fueron encerrados en una mazmorra social comunista por el delito de ser padres del Caudillo.  Allí los dejarán morir. El asesinato de su hermano con cinco tiros en la espalda y la desaparición en campos de concentración de su esposa Marie Paule Lemay con sus cinco niños pequeños, incluso uno de ocho meses, completan el cuadro de sus pesares.
  
La rendición lo encontró en Oslo resistiendo a la canalla comunista (7 de mayo de 1945). En un aeródromo libre consiguieron un Heinkel 111 con el que sobrevolaron Holanda, Bélgica y parte de Francia a menos de tres mil metros de altura llegando a la playa española de San Sebastián. Allí tuvieron que poner el aparato en forma vertical para utilizar las últimas gotas de combustible. Luego capotaron en las arenas y siguieron hasta el mar donde la benemérita Guardia Civil los rescató. El heroico piloto fue Alberto Duringer quien, emigrado a la Argentina e incorporado a la Compañía Aerolíneas Argentinas, cobró fama por sus excelentes dotes como aviador y hombre de consulta.
  
Considerando al Eje derrotado, en Bretton Woods (julio de 1944), se restableció como divisa el Patrón Oro. Estados Unidos debía mantener el precio del oro a equis valor, que se establecería después a tantos dólares la Onza Troy, teniendo además  el privilegio de cambiar dólares billetes por oro sin restricciones. Fort Nox detentaba (en su verdadera acepción) la propiedad del oro del mundo. Se establecieron los criterios para arrasar los capitales nacionales. Como tributo al dólar, las monedas nacionales fueron reducidas a la condición de ser una proporción del dólar como moneda de referencia. Se crearon, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Las economías nacionales cayeron así en el volcán del mercado mundial con su oferta y demanda.
  
Por el momento, como falta algo por decir, cerramos con estas afirmaciones del Caudillo: “Tuvimos Razón, Tenemos Razón, Tendremos Razón”.
  
Luis Alfredo Andregnette Capurro
  

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr. Andregnette Capurro.

Acuérdese que la FIDELIDAD del Obersturmbannführer SS Degrelle hacia Hitler duró hasta el 31 de marzo de 1994.

Así es. Degrelle no fue un TRAIDOR, ni un INGRATO como otros personajes históricos que prefirieron salvar su propio pellejo.

Ahora bien, si la defensa y admiración de Degrelle a Hitler fue una equivocación, ese es otro tema ajeno al presente post.

LA SALETTE

Anónimo dijo...

muy buen artículo.
Pero quiero saber si su admiración por Degrelle es puramente histórica comos e puede tener por cualquier personaje histórico o también hay una simpatía ideológica.
Otra cosa que no me queda bien claro es si Degrelle era racista o no.

saludos. gracias por el artículo.

Anónimo dijo...

http://himnonacional.mforos.com/493985/5351639-carta-al-papa-de-leon-degrelle/

Anónimo dijo...

Anónimo del 9 de abril 2240 Hs.:
Aunque solo soy un lector como vos, me permito aconsejarte.

No te fíes nunca de lo te digan, si no tienes claro si Degrelle era racista o no, lee sus obras y saca tus propias conclusiones.

Y lo mas importante, no te preocupes de las motivaciones de los demás, ocúpate de las tuyas, que siempre sean buenas y no tengas segundas intenciones.

De esta forma podrás dar respuestas contundentes y no te pasarás la vida preguntando.

COC
Credere, Obedire e Combattere

Anónimo dijo...

Excelente nota, felicitaciones a su autor.

Solo quisiera consignar, entre las varias virtudes que cultivaba, la modestia de Degrelle quién como dirigente político del contingente valón iba a ser designado oficial jefe del mismo, a lo que se negó insistentemente y solo aceptó una plaza de soldado raso.

Y en esto hay una similitud con su paisano de Bouillon, el Duque de la Baja Lorena, el cruzado Godofredo, a quien como jefe de la reconquista para Cristo, de Jerusalén, se lo quiso designar rey, negándose a ello terminantemente y aceptando solo el título de Protector del Santo Sepulcro (Advocatus Sancti Sepulcrum), ya que alegó que no podía ceñir corona de oro allí donde Cristo ciñó la de espinas.

Así vemos dos hombres de Bouillón, los dos valientes, los dos nobles y los dos humildes. Y también dos hombres de la Cristiandad, los dos cruzados, uno de la Primera Cruzada y el otro de la última.
Fernando José Ares

Anónimo dijo...

León Degrelle fue un soldado fiel. Pero sobre todo fue un soldado cristiano que batalló por la Civilización Cristiana, por la Europa levantada sobre la fe de Cristo. Esa Europa se hundió para siempre en 1945.
Creo, personalmente, que ni el fascismo ni el nazismo hubieran rescatado esa Europa de haber ellos vencido en la contienda. Pero Degrelle creyó que sí y fue fiel a esa convicción suya. ¿Lo condenaremos por eso mientras elogiamos a católicos como Maritain que se aliaron al comunismo y a las democracias liberales? ¿Es mayor error haber creido que el nazismo salvaría a Occidente que haberlo supuesto de las Democracias y del Comunismo? Si somos benevolentes con unos, ¿por qué no con los otros?
Degrelle es un ejemplo de combatiente cristiano. Eso lo hace digno de elogio y de honor. ¿Luchó del lado equivocado? ¿Y cuál era el otro lado que le quedaba? Ese fue el drama de la generación de nuestros padres. No fue el nuestro. Por eso, a la hora de juzgar tengamos presente este hecho.
Felicito al amigo Capurro por este nuevo fruto de su pluma galana y valiente.
Mario Caponnetto

Anónimo dijo...

Muchas gracias por la respuesta Sr. Mario Caponnetto y COC. Lo que dicen me motiva a leer más sobre el tema.

saludos.

J dijo...

La verdad histórica es que en general los camaradas de Degrelle se sintieron defraudados, abandonados y hasta traicionados por él en los últimos días de la guerra.
Así lo han consignado algunos oficiales como el SS-Sturbannführer Frans Hellebaut (al que abandonó el 28/4 en el castillo de Zahren donde estaban juntos, sin siquiera notificarle), o el SS-Obersturmführer Charles Generet (muerto en Indochina en 1948 luchando contra el Vietminh bajo las banderas de la Legión Extranjera), y muchos otros.

Como dato curioso está la última carta, del 30/4 de Degrelle a sus hombres (cuyo estado material, moral y militar era calamitoso) en la que les dice que debe partir a Lübeck. En esta carta ni siquiera tuvo la delicadeza de escribir bien el nombre de sus propios oficiales principales Hellebaut, Henri Derriks ("Derrickx")y Marcel Bonniver ("Bonnivert"). Tengo un facsímil de la misma.

En general los veteranos de la Wallonie tienen una amarga visión de los últimos días de Degrelle en la guerra.

Recomiendo la lectura de "For Rex and Belgium, León Degrelle and the Walloon Political & Military Collaboration 1940-45" de Eddy de Bruyne y Marc Rikmenspoel, que es sin duda el trabajo histórico más completo y veraz sobre el asunto.