sábado, 7 de abril de 2012

Poesía que promete

DIMAS

Izado sin quererlo en este monte,
crispada como un cuero la osamenta,
la tarde es un preludio de tormenta
y una raya de sangre el horizonte.

Abajo, trigo o flor están en ciernes
aguardando la trilla de las eras,
pero punzado aquí entre dos maderas
todo se ha vuelto un postrimero viernes.

Es justo. Soy pecado, culpa, yerro,
(aunque después apócrifos autores
me adjudicaron menos sinsabores)
fui delito y mi ley ha sido el hierro.

En cambio tú, Señor de la inocencia,
no es falta propia la que al fin expías,
yaces como está escrito que te irías,
mueres mi Dios, ajeno a la sentencia.

¿Qué flaquezas señalan a tu vida
desde Belén al podio de Pilato?
¿Qué tropiezo, si obrabas el mandato,
la imagen fiel del Padre, su medida?

No lo saben, maldicen las respuestas
de tu palabra invicta, del milagro,
ni el que te acerca un poco de avinagro,
ni los judíos y el siniestro Gestas.

Si tuviera esta mano desclavada
—esta mano Señor, que sembró el daño—
llegaría hasta el mismo travesaño
de la cruz, a besarte la mirada.

Esa que me dedicas y diviso
entre el llanto y la carne entumecida,
mientras tu voz retumba, estremecida:
“Hoy entrarás conmigo al Paraíso”.
 
Antonio Caponnetto

5 comentarios:

Isabel Margarita dijo...

Gracias, la poesía siempre llega directo al alma porque sólo ella comprende lo que se le niega al intelecto, es decir, el anhelo de cielo.

Anónimo dijo...

Sigamos entreteniéndonos con poesías mientras los delincuentes que gobiernan roban a dos manos.

Fernando A. Tupa

CabildoAbierto dijo...

Amigo Fernando, recuerde que a los pueblos no los han movido nunca más que los poetas, como bien decía José Antonio. Una reminiscencia -tal vez- de esta aseveración es la proliferación de consignas (generalmente pareados simples de dos versos) para mover muchedumbres. Deje que la rima se instale y seguramente con su cadencia hará mover conciencias dormidas. El resto también dependerá de que la gente se mueva, no sólo de que se vaya del país y despotrique desde lejos.

Anónimo dijo...

Siempre me conmovió el testimonio de Dimas. La fe de Dimas ¿Quién no la quisiera tener en el instante postrero?
Dios nos de la Gracia de la Perseverancia Final.

Pregunto: Además del Profesor Caponnetto ¿Qué otros autores católicos de sana doctrina han escrito sobre Dimas?

Gracias por la poesía compartida.
Ángel Rodolfo Navarro

Anónimo dijo...

Estimado Amigo:

Claro, pero si la gente no reacciona cuando la mafia kirchnerista los asalta a mano armada, entregándose como corderos, como se puede esperar que reaccionen con poesías. Los tiempos de Jose Antonio eran diferentes, ya que al menos se podía discernir entre el bien y el mal. Hoy dicen "vamos por todo" y la gente esta paralizada. El articulo de la nación, diario es mas que evidente cuando la AFIP va a inspeccionar la casa de una jubilada porque compro 200 dolares

http://www.lanacion.com.ar/1464951-acoso-estatal-la-mano-del-gobierno-avanza-sobre-la-economia-y-asfixia-la-libertad-de-las-per

Fernando A. Tupa