martes, 20 de marzo de 2012

Persecuciones

LA INJUSTA PRISIÓN
DE PEDRO VARELA
   
   
Un caso que debería escandalizar
a los presuntos defensores de la libertad de expresión

SITUACIÓN LEGAL DE PEDRO VARELA
  
En 1996 se procedió a allanar su domicilio particular y el local de la librería “Europa”, secuestrándosele todos los libros de la misma y efectos personales. Por ese material fue condenado el 16 de octubre de 1998 por el juez Santiago Vidal Marse por “negación del holocausto” e “incitación al odio racial” a cinco años de prisión, retiro del pasaporte y prohibición por diez años para salir de España.
  
Apelada la sentencia ante el Tribunal Constitucional de Madrid, este declaró inconstitucional el cargo de “Negación del Holocausto” y envió la causa a Barcelona para que se dictara nueva sentencia, en 2008 luego de tener el caso durante diez años. El nuevo tribunal lo condenó por “Genocidio” (¡sic!) y le aplicó una condena de siete meses de prisión. Mientras todo esto ocurría se efectuaba en 2006 un nuevo registro ahora sobre “Ediciones Ojeda” de las que era director.
  
A raíz del material secuestrado se lo sometió a otro juicio, condenándolo el 8 de marzo de 2010 a una nueva pena de un año y tres meses de prisión por el delito de “difundir ideas negacionistas” y un año y medio de prisión por “genocidio”. Sumadas estas condenas a la anterior de siete meses tendría una pena privativa de la libertad de un total de tres años y cuatro meses, siendo ahora de cumplimiento efectivo ya que supera los dos años y se lo considera “reincidente”.
  
El 12 de diciembre de 2010 se presentó en forma voluntaria en la prisión “democrática” de Lledoners, Cataluña, para cumplir una pena privativa de libertad.  Hasta el momento todos sus recursos y apelaciones le han sido denegados. Actualmente cumple su condena en la celda 119 del Módulo MR1, en el centro Penitenciario de Brians 1, Sant Esteve Sesrovires, Cataluña.

  
PENETRACIÓN EN LA SANCIÓN PSEUDOJURÍDICA

En este punto se probará que Pedro Varela no fue juzgado sino linchado judicialmente. Que no tuvo jueces sino verdugos;que se buscó su aniquilamiento personal, lesionando su prestigio, su libertad y su patrimonio. Y que la agresión no se perpetró exclusivamente por el Poder Judicial sino que participaron los sectores más oscuros del Ejecutivo y elementos de la delincuencia común vinculados a la ultraizquierda.
  
El Operativo contra Varela salió a la luz en 1996 en dos procedimientos policiales, uno en su domicilio y otro en la librería “Europa”, donde se le secuestró su archivo personal, documentos históricos y 20.900 libros perteneciente a multiplicidad de autores.
  
Con esos elementos se eligió para perpetrar el atentado contra su libertad a un juez político que no pertenecía a la carrera judicial y es un declarado marxista-leninista. Su nombre es Santiago Vidal Marse. Orquestó un show, que hasta incluyó la proyección de un filme, al mejor estilo de los juicios soviéticos que tan bien fueron imitados en la Cuba castrocomunista y en la Argentina democrática. No faltando tampoco manifestaciones con la agente internacional Pilar Rahola  a la cabeza, capitaneando organizaciones de personas con alteraciones varias en la identidad sexual y usurpadores de distinta laya y origen (okupas).
  
En 1999 para promover la condena a Varela y demostrar el “repudio popular” que éste suscitaba, la policía catalana declaró una “zona liberada” en torno a las adyacencias de la calle Séneca N° 12 (Sede de la Librería “Europa”) y organizó una turba que saqueó y destruyó sus instalaciones. Con los libros que no se robaron organizaron una gran pira que ardió durante largas horas sin bombero a la vista que acudiese.
  
Claro está, es que era una “quema de libros” democrática y por lo tanto alabada y consentida. Las malas son las otras. Esta técnica de utilizar hordas de marginales ha sido muy utilizada en Cuba y en los denominados “escraches” argentinos. Siempre han tenido la complicidad policial de mandos de una mentalidad muy subalterna.
  
Como la condena no resistió el análisis del Tribunal Constitucional cuando fue apelada, hubo que celebrarse nuevo juicio con una módica condena de siete meses nada menos que “por promover el genocidio”. Pero ¿cómo es posible que porque una parte de las obras secuestradas sostenía, a través de distintos puntos de vista, que Alemania no había llevado a cabo ningún genocidio durante el gobierno de Hitler, se pudiera acusar a alguien de cometerlo? Descaro total, había que condenarlo y basta.
  
Como la sentencia por su corta duración era insuficiente para los que ordenaron su aniquilamiento, ya que no era de cumplimiento efectivo, se promovió la consecución de otra. Así relacionándola a la anterior se alegaba su reincidencia y se podría hacer la sumatoria de ambas, con lo que se aseguraban un Varela con unos cuantos años fuera de circulación.
  
Este complot había sido preparado en el 2006 con una nuevo allanamiento ahora sobre “Ediciones Ojeda”, editorial de la que Varela también era director, secuestrándose todos los ordenadores y cinco mil libros. Con esto se le inició el nuevo proceso para la liquidación efectiva. El motivo era totalmente absurdo, porque estas ediciones se vendían en la Librería “Europa” (las dos sociedades tenían el mismo domicilio) y estaban incluidas en el juicio anterior, y los libros objetados (dieciséis en total) son un extraño popurrí donde se mezclan obras históricas, como discursos de Adolf Hitler, con otras del Padre García de la Ojeda, o de judíos como Israel Shamir, o el psicólogo, declarado antinazi, H. J. Eynsieck. ¡Por suerte se salvaron Aristóteles, Cervantes y Shakerspeare!
  
Pero la razón no importa, la orden era condenarlo nuevamente a Varela y declarar su reincidencia. La sentencia vino de manos de la jueza sustituta Estela Franco, y el Fiscal Especial para Delitos de Odio y Discriminación y también Fiscal Interlocutor Contra la Homofobia,  Miguel Angel Aguilar. Lo anterior no es una humorada, ésos son los títulos oficiales de esta creatura de la Fiscal Superior de Cataluña Teresa Compte, ídem a su vez del Fiscal General de Estado (Socialista) Cándido Conde Pumpido, quien calificó al entramado batasuno de ETA como “sector político”.
  
Bueno, de esa honda vino la piedra contra Varela. Y el objetivo se cumplió, nueva condena, sumatoria con la anterior y declaración como reincidente y cumplimiento efectivo. Varela entre rejas por una buena temporada.

  
OTROS LIQUIDADORES ESTATALES

El operativo contra Pedro Varela fue cuidadosamente planificado desde larga data y en él intervinieron distintos organismos estatales.  Ya señalamos la participación de la policía catalana. Ahora llega el turno de referir la participación del CESID (Centro Superior de información de la Defensa), el instituto de mas jerarquía de la inteligencia española actualmente denominado Centro Nacional de Inteligencia, quien efectuó la infiltración de dos agentes dentro de la Librería Europa durante largos años. Uno de ellos fue el identificado con el “nombre de guerra” de “Rigoberto”. Cabe consignar que el CESID fue una creación del masón Manuel Gutiérrez Mellado, general que ofició de agente doble durante la Guerra Civil y que por sus servicios tripuntes para descalabrar a España fue recompensado por el Rey Juan Carlos I con un título de marqués.
  
Que un país sacudido por el terrorismo etarra y otro que no ha podido ser satisfactoriamente identificado aún y que causó los doscientos asesinatos de Atocha, por separatismos varios en constante “in crescendo”, por el narcotráfico que lo ha constituído en su puerta de entrada en Europa y por la inmigración ilegal, que no logre ninguna infiltración que produzca hechos de relevancia en la anulación de esas peligrosas lacras para el Estado Español dedique su tiempo, hombres, esfuerzos y demás recursos a infiltrar a un librero que se dedicaba a editar las obras de Codreanu o Houston Stewart Chamberlain, parece mas propio de una película protagonizada por el “inspector Clouseau” y la “pantera rosa” que de un país serio y civilizado. Pero mas allá de lo cómico o tragicómico del suceso, esto es la prueba indudable de los enemigos poderosos que tenía y tiene Pedro Varela.

  
LOS IMPULSORES

Los particulares que impulsaron el inicuo seudoproceso a Pedro Varela fueron las entidades “S.O.S Racismo”, la Comunidad Israelita de Barcelona y ATID. La primera es una entidad que se autodefine como “derechohumanista”. Por supuesto son enemigos acérrimos de cualquiera que proclame su identidad histórico-genealógica y quiera salir de la masa amorfa. Su financiación es desconocida como también la identidad de sus financistas. También sus directivos cuidan su exposición pública ya que en su página web guardan un total anonimato. En cuanto a la segunda también se ignora su representatividad dentro de la sociedad catalana. No es conocido el número de estos nuevos almogáraves que llegaron hace menos de cien años desde Turquía, Polonia y los Balcanes (según confiesa su página de internet) y que a diferencia de los de Roger de Flor quienes antes de iniciar acciones gritaban a sus espadas “despertad ferro”, parecen gritar “despertad intriga”. Bueno, así está Cataluña. Sobre el tercer querellante, ATID o “Comunidad Jueva Atid de Catalunya”, tal es su nombre completo, es lo mismo que lo anterior, sólo que esta se define como “judía progresista”, declara formar parte de la Unión Mundial del Judaísmo Progresista y del Consejo Europeo de Entidades Judías.

  
EL VERDADERO DELITO DE PEDRO VARELA

Pedro Varela se atrevió a buscar la verdad histórica, a difundir sus investigaciones y las de numerosas personas de todo el mundo sobre hechos que hoy pertenecen a la historia, a publicar el pensamiento de valiosos intelectuales que actualmente sufren una total proscripción y de protagonistas de hechos históricos condenados a ser conocidos en el presente solamente por las opiniones de sus detractores y enemigos.  Se podrá coincidir o no con la totalidad de su ideario.  Se podrán discutir matices, grados,detalles. Pero es inconcebible enmudecerlo y encarcelarlo por atreverse a contradecir el lavado de cerebro colectivo impuesto coactivamente por los aliados.
  
En un mundo controlado por una férrea y represiva “Policía del Pensamiento” que ha consolidado la “Verdad Única”, incontradecible e irrefutable, lo de Pedro Varela es verdaderamente intolerable.
  
Ha violado las normas impuestas del “Buen Ciudadano del Nuevo Orden Mundial”: no pensar, no ir contra el nuevo dogma ¡No dudar! Pedro Varela y los que son como él son peligrosos, hacen tambalear lo que costó imponer con inaudita violencia y luego sostener también con violencia distinta e infinidad de recursos económicos, procedentes  del dominio mundial de la Alta Finanza.
  
Es tan intolerable la verdad histórica para esta Alta Finanza que, como demuestra este caso, hasta pensadores judíos que la contradigan como Shamir o Eynsieck deben ser proscriptos. Son estos “Maestros del Diálogo”, como bien los define Shamir, quienes imponen los nuevos conceptos: “genocidio”, “lesa humanidad”, “odio racial”, “homofobia”, “género”, “libre disposición del cuerpo por la mujer”, “matrimonio igualitario”, etc. ¡Y guay de quien no los acepte! ¡O que pretenda indagar sobre ellos! Será reprimido para anularlo y causar espanto a los audaces que intenten seguir su camino.
  
En síntesis, Pedro Varela ha cometido dos delitos intolerables: buscar la verdad histórica y ayudar a pensar. Por eso ha sido condenado.  Nada más y nada menos. Su castigo, el pseudolegal (vía estrados presuntamente judiciales) y el ilegal (saqueos, destrucciones e incendios) causa tanta repugnancia que hasta el Nuncio Apostólico en España, quien podría haber utilizado un lenguaje diplomático incoloro y aséptico, al acusar recibo de una nota en su favor calificó su prisión de “lamentable”. ¡Bien por Monseñor Renzo Fratini quien indudablemente no cultiva el ejemplo de Pilatos, lavándose las manos! Es que para los hombres de bien y respetuosos de los valores del Occidente Cristiano, es decir de los valores de nuestros mayores, de nuestra cultura, la prisión de Pedro Varela es intolerable y clama al Cielo.
  
Fernando José Ares
  

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un patriota a semejanza del ideologo del kirchnerismo, Ernesto Laclau, que rechazo un ofrecimiento de servicio de su país como Embajador para no tener que renunciar a la ciudadanía británica y perder su jubilación.

Fernando Andres Tupa
EE.UU

Anónimo dijo...

Sin saber a fondo, digo que el kirchnerismo no tiene ideología alguna, No se quien es este laciau, pero una cosa digo : tengo una amiga argentina casada con un inglés, que se nacionalizó allá y está jubilada y tal como vi el asunto, nadie en su sano juicio perdería una jubilación así, a menos de que uno sea millonario. No me parece lógico pedirle a un mequetrefe metido a la política, que renuncie a tal beneficio, En todo caso, ¿ porque no renunciar los que acá cobran pensiones, sueldos y jubilaciones si no están de acuerdo con el bobierno de turno ?

CD