viernes, 29 de julio de 2011

A propósito del Gobierno Mundial

DORMÍ TRANQUILO,
YO MANEJO
  
  
No resulta ocioso reiterar aquellas palabras del maestro Jordán B. Genta, según las cuales, “el terror comunista no sería más que el instrumento político de la idolatría del dinero”. Porque las mismas ayudan a entender el accionar de quienes manipulan las altas finanzas internacionales, los gobiernos, las supuestas derechas y las reales izquierdas, para lograr su meta: el dominio material del mundo. Globalizador plan para el cual es prioridad la destrucción de los Estados Nacionales.
  
Tampoco es ocioso recordar lo que ya otras veces dijimos, que los objetivos del Proyecto Democracia, elaborado por Diálogo Interamericano, ONG de las Naciones Unidas, el18 de junio de1982, son: aceptar los dictámenes del Fondo Monetario Internacional, las premisas del Nuevo Orden Mundial, el fin de las soberanías nacionales, la promoción del malthusianismo y la aplicación de los derechos humanos para terroristas. De tal manera que en esta guerra política desatada contra los Estados Nacionales, es fundamental reconocer al enemigo, a fin de no disparar contra la persona equivocada.
  
Se define como Guerra Política al conjunto de  operaciones no militares destinadas a dividir, engañar, y desinformar, con el propósito de destruir por dentro y someter al adversario.
  
Son varias estas operaciones, pero la fundamental es la que tiene por objetivo destruir la ideología de un pueblo; de ahí la importancia de los Servicios de Inteligencia, no sólo como organizaciones especializadas en recolectar información, sino y especialmente,  como instrumentos para infiltrarse en los organismos del Estado y de la sociedad civil, modificando conductas de masas o de dirigentes, reclutando traidores, etc.
  
El cambio cultural se prepara por el control de los medios de comunicación, que cumplen varias misiones, como la desinformación, la distracción, la saturación y la fragmentación social; y en varias etapas, siendo la primera la de la superficialidad, que impide así todo análisis profundo. El efecto se ahonda con el bombardeo de consignas, pasando de la adaptación gradual de la población al deterioro moral, hasta llegar a la apatía ciudadana. Derechas e izquierdas son utilizadas al respecto, alternativa o conjuntamente, según circunstancias de tiempo y lugar. En nuestro país se utilizaron ambas. Por ejemplo, al provocar el endeudamiento deliberado e innecesario de las empresas públicas, utilizando métodos tales como la directiva 170/80 de Martínez de Hoz, que fijaba cada tres meses los márgenes de endeudamiento que debían contraer con las bancas extranjeras, y que no se traducía en ingreso alguno. En el caso de YPF —por seguir con un ejemplo— un complemento de esta maniobra era la violación de las Leyes 17.329 y 17.597, por las que el Estado no podía fijar los precios de venta del crudo, ni retenciones que fueran inferiores a los costos, incluyendo una utilidad razonable.
  
Este procedimiento, puesto aquí como un caso doloso típico, se continuó durante el régimen alfonsinista con la Resolución N° 48/85 del Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Nación,el 22 de enero de 1985. De este modo, dice Jorge Scalabrini Ortíz, “el radicalismo, que había criticado la política tarifaria anterior, que llegó a cobrar el 68% de impuesto por litro de nafta, le aplicó el 73%, llegando luego al 67,2 para la nafta súper y 65,6 para la común, valores aún excesivos”.
  
Así fue provocándose artificialmente el déficit público, que dio pie a la supuesta derecha para clamar al cielo por la ineficiencia de las empresas públicas, justificando después su privatización, con las consecuencias económicas y estratégicas que ahora son evidentes. Del otro lado la izquierda mataba a los miembros de las Fuerzas Armadas o a civiles o a inocentes ciudadanos, pero nunca mató financistas, usureros o agentes visibles del Poder Mundial. El empleo de la izquierda por la alta finanza internacional encuentra su justificativo en la aplicación de viejos principios del Imperio: dividir para imperar, no mostrar el poder, y actuar por medio de nativos que hagan el trabajo sucio, creando bandos que se aniquilen entre sí. Bien dice Carlos Manuel Acuña, en su libro “Verbitsky, de La Habana a la Fundación Ford”, que “si las propuestas supranacionales llegaban a través de personajes que estuvieran firmemente comprometidos con las izquierdas más definidas, se aventaban las sospechas y desconfianzas sobre posibles intereses ocultos que podrían ser vulnerables”. La cosa no es nueva, baste recordar que la fundación de la Reserva Federal Norteamericana y la Revolución Bolchevique de 1913/1917, fueron financiadas por las mismas bancas (Schiff, Warburg y Kuhn & Loeb).
  
En fin, es de suponer que algunos de los que murieron en los años de la guerrilla, si resucitaran, se golpearían la cabeza contra los bloques de cemento más duros y rugosos, al comprobar que aquellos que los incitaron a matar y a morir sin recibir jamás un rasguño, y que desde 1983 a la fecha ocuparon y ocupan cargos en el gobierno, son zurdos, sí, pero porque toman whisky escocés con la mano izquierda.
  

Luis Antonio Leyro
  

miércoles, 27 de julio de 2011

Parlamentarias

PORTELA Y EL PARLAMENTO INSENSATO
  
  
Desde hace un tiempo vienen hablando de la regulación de los seguros privados de salud.
  
Como siempre, el asunto tiene que ver menos con proteger a la gente, que con el control de la caja.
  
Como la plata que está en juego es muy grande, el patrón del país, (Moyano) le echó el ojo y los K otro tanto, ambos en definitiva quieren acceder a esos fondos, y pelean  contra el otro grupo que son los dueños de esas empresas.
  
Guerra entre mafias que le dicen, y nadie ignora que esas guerras suceden cuando la guita en juego es mucha.
  
Por cierto que es necesaria cierta regulación y control, pero más necesario y anterior a eso, es el desarrollo de un plan nacional de salud, que no existe.
  
De cualquier modo, sacar a los empresarios, para que se hagan cargo los gordos de la CGT o los K, sería repetir la experiencia, más bien trágica de la AFJP, corregida y aumentada.
  
Deliberadamente dejamos al margen por ahora analizar el desamparo en que se encuentra el cuidado de la salud, para no extendernos en algo complejo, técnico y dilatado, y centrarnos en la actitud de un legislador de la UCR que vota a favor de un dictamen del oficialismo al que considera espantoso. Una de dos, o está infinitamente trastornado, o de alguna manera le pagaron por el voto.
  
En efecto, días pasados, el Vicepresidente de la Comisión de Salud del Congreso, el diputado Agustín Portela (UCR) “decidió acompañar” con su voto un despacho de comisión.
  
La noticia no iría más allá  de agregarnos una zozobra más, o de la percepción de una próxima y nueva indignidad, como suele suceder siempre que a los honorables se les ocurre aprobar otra ley.
  
Lo curioso, en este caso, es que después de votar —y ni siquiera vale la pena detenerse en qué cosa se votaba— el mismo Portela declaró que el proyecto  que había apoyado, era un “proyecto insensato”.
  
Algunos  medios, se refieren a lo dicho por el diputado como si se tratara de la mayor rareza: ¿Cómo es esto? a sabiendas, decidió ¡a favor de lo insensato!  Tal vez la respuesta justa sería que lo votaron, precisamente por estar desquiciado. Esa es la razón, lo eligieron por su irracionalidad; irracionalidad de la que el Congreso ya ha dado pruebas más que contundentes.
  
En realidad, la declaración de Portela es la pintura más estricta, real, exacta y fiel de lo que representa el parlamento. Así como el mal tiende a la nada, el Congreso tiende a demoler lo poco que queda en pie del país.  Portela, en todo caso, puso las palabras. Ni siquiera les cabría a estos sujetos como él aquello de no saben lo que hacen; lo saben bien, y lo dicen fuerte.
  
Hay quienes sostienen que el Congreso sería algo así como un conjunto de personas que, a la hora de legislar, no le hacen asco a nada, y que sin vergüenza, sin piedad, ni consideraciones  de ningún tipo, pueden votar no sólo en contra de lo que alguna vez pensaron  o creyeron, sino en contra de toda la nación y de toda su gente.
  
En la Argentina del modelo kirchnerista, lo asombroso, lo extraordinario, la noticia inesperada sería que el Congreso actuara sensatamente. Lo verdaderamente insólito sería que se ocuparan del bien común y que dieran señales de amor a la patria.
  
Sospechamos que no sucederá. Sospechamos que mientras dure la fiesta y puedan usar a destajo la plata del Estado, seguirán votando insensatamente, como hasta ahora, y que además nos lo dirán, como hace el diputado. Con la misma franqueza, los integrantes de la pos partidocracia inspirados en el modelo K que tanto ha enriquecido (a los K), parecería que, con igual fin y análogo fervor, se unieron para formar una gran sociedad de negocios legislativos.
  
Consideran que llegó el momento de terminar con las fingidas diferencias ideológicas, “mi límite” es Fulano o “mi límite” es Mengano, basta de simulación, y de maniobras personales e improvisadas de resultado incierto, van por algo más corporativo y redituable: ¿Nuestro límite? ¿Cuánto hay?
  
Asociación organizada de acuerdo a un esquema multifuncional, de modo que por ejemplo para solicitar “acompañamiento” de cualquiera, sean radicales, solanistas, capitalistas, socialistas, transexuales, liberales, kirchneristas, todas y todos, etc. etc, habrá que darse una vuelta por la empresa  “articuladora” unificada y… arreglar.
  
Es la  imagen del Congreso en manos de la gitanería pos partidocracia. La amenazante imagen de un lugar controlado y manejado, articulado, por legisladores que no son ni siquiera ideólogos, sino apenas mercaderes. Y para el mercader, ya se sabe, el bien común es un territorio exótico y lejano.
  
Miguel De Lorenzo
  

lunes, 25 de julio de 2011

Santiago Matamoros

          
     
HIMNO AL APÓSTOL SANTIAGO
  
  
Oh defensor de España y enemigo
De los pueblos hostiles a su pueblo,
Oh Santiago el Mayor, a quien el Hijo
De Dios vivo llamaba Hijo del Trueno.
  
Desde el cielo en que estás, vuelve tus ojos
Propicios a la tierra de los hombres,
Y escucha el jubiloso regocijo
Con que te dan las gracias nuestras voces.
  
Reconocida a tu celeste amparo
Y venturosa con tu nombre excelso,
España se gloría noche y día
Por haber sido honrada con tus huesos.
  
Cuando la ciega noche y la perversa
Vanidad nos tenían en sus garras,
Fuiste tú quien primero que ninguno
Trajiste luz a las iberas playas.
  
Cuando la dura guerra nos ceñía,
Fuiste tú quien en medio de la lucha
Te mostraste a caballo y con tu espada
Para vencer a la morisca furia.
  
Protegidos del mal por tus reliquias
Y socorridos por tus muchos dones,
Te suplicamos que con la esperanza
De tu santa presencia nos apoyes.
  
Glorificado sea el Padre altísimo
Con tanta gloria como su Unigénito,
Junto con el Espíritu Paráclito
Ahora y por los siglos sempiternos.
  
Francisco Luis Bernárdez
(Tomado de su libro “Himnos del Breviario Romano”)
  

domingo, 24 de julio de 2011

Meditaciones marianas

LA INFLUENCIA DE MARÍA MEDIADORA
  
  
Hay muchos ilusos que pretenden alcanzar la unión con Dios sin recurrir constantemente a Nuestro Señor que es el camino, la verdad y la vida. Otro error sería querer llegar a Nuestro Señor sin pasar por María, a quien la Iglesia llama, en una fiesta especial, Mediadora de Todas las Gracias. Los protestantes cayeron en este error. Sin llegar a esta desviación, hay católicos que no comprenden la necesidad de recurrir a María para conseguir la intimidad con el Salvador. San Luis María Grignon de Montfort habla también de “Doctores que no conocen a la Madre de Dios, sino de una manera especulativa, árida, estéril e indiferente; que temen abusar de la devoción a la Santísima Virgen, hacer injuria a Nuestro Señor honrando demasiado a su Santísima Madre. Si hablan de la devoción a María, no es tanto para recomendarla como para reprobar las exageraciones”; dan la impresión de creer que María es un impedimento para conseguir la unión con Dios.
  
Hay, dice el Santo, una gran falta de humildad, en menospreciar a los mediadores que Dios nos brinda, teniendo en cuenta nuestra debilidad. La intimidad con Nuestro Señor nos es grandemente facilitada mediante una verdadera y profunda devoción a María.
  
Para formarnos idea exacta de esta devoción, veremos qué se entiende por mediación universal y cómo María es la medianera de todas las gracias; según lo afirma con la Tradición, el Oficio y Misa de María Mediadora que se reza el 31 de mayo. Mucho se ha escrito sobre el asunto en estos últimos tiempos; consideraremos esta doctrina en sus relaciones con la vida interior.
          

¿Qué se entiende por mediación Universal?
  
“Al oficio de mediador”, dice Santo Tomás (“Suma Teológica”, III-26-1), “corresponde el acercar y unir a aquéllos entre quienes ejerce tal oficio; porque los extremos se unen por un intermediario. Ahora bien, unir los hombres a Dios es propio de Jesucristo que los ha reconciliado con el Padre, según las palabras de San Pablo (II Corintios, 5, 19): Dios reconcilió al mundo consigo mismo en Jesucristo. Por eso sólo Jesucristo es el perfecto mediador entre Dios y los hombres, cuanto por su muerte reconcilió con Dios al género humano.  Igualmente, después de decir San Pablo: Uno solo es el mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hecho hombre, continúa: «que se ha entregado en rehén por todos». Nada impide, sin embargo, que, en cierto modo, otros sean llamados mediadores entre Dios y los hombres, en tanto cooperan a la unión de los hombres con Dios, como encargados o ministros”.
  
En este sentido, añade Santo Tomás, los profetas y sacerdotes del Antiguo Testamento pueden llamarse mediadores; y lo mismo los sacerdotes de la nueva Alianza, como ministros del verdadero mediador.
  
“Jesucristo”, continúa el Santo (“Suma Teológica”, III-26-2), “es mediador en cuanto hombre; porque en cuanto hombre es como se encuentra entre los dos extremos: inferior a Dios por naturaleza, superior a los hombres por la dignidad de su gracia y de su gloria. Además, como hombre unió a los hombres a Dios enseñándoles sus preceptos y dones, y satisfaciendo por ellos”. Jesús satisfizo como hombre, mediante una satisfacción y un mérito que de su personalidad divina recibió infinito valor. Estamos pues ante una doble mediación, descendente y ascendente, que consistió en traer a los hombres la luz y la gracia de Dios, y en ofrecerle, en favor de los hombres, el culto y reparación que le eran debidos.
  
Nada impide pues, que, como acabamos de decir, haya otros mediadores secundarios, como lo fueron los profetas y los sacerdotes de la antigua Ley para el pueblo escogido. Por eso podemos preguntarnos si no será María la mediadora Universal para todos los hombres y para la distribución de todas y cada una de las gracias. San Alberto Magno habla de la mediación de María como superior a la de los profetas, cuando dice: “María fue elegida por el Señor, no como ministra, sino para ser asociada de un modo especialísimo y muy íntimo a la obra de la redención del género humano”.
  
¿No es María, en su cualidad de Madre de Dios, naturalmente designada para ser mediadora universal? ¿No es realmente intermediaria entre Dios y los hombres? Sin duda, por ser una criatura, es inferior a Dios y a Jesucristo; pero está a la vez muy por encima de todos los hombres en razón de su maternidad divina, “que la coloca en las fronteras de la divinidad” (Cayetano), y por la plenitud de la gracia recibida en el instante de su concepción inmaculada, plenitud que no cesó de aumentar hasta su muerte.
  
Y no solamente por su maternidad divina era María la designada para esta función de mediadora, sino que la recibió y ejercitó de hecho.
  
Esto es lo que nos demuestra la Tradición, que le ha otorgado el título de mediadora universal, aunque subordinada a Cristo; título por lo demás consagrado por la fiesta especial que se celebra en la Iglesia universal.
  
Para bien comprender el sentido y el alcance de este título, consideremos que le conviene a María por dos razones principales: 1º, por haber ella cooperado por la satisfacción y los méritos al sacrificio de la Cruz; 2º, porque no cesa de interceder en favor nuestro y de obtenernos y distribuirnos todas las gracias que recibimos del cielo.
  
Tal es la doble mediación, ascendente y descendente, que debemos considerar, para aprovecharnos de ella sin cesar.
  

María nos obtiene y nos distribuye todas las gracias
  
Es ésta una doctrina cierta de la Madre de todos los hombres; como Madre, se interesa por su salvación, ruega por ellos y les consigue las gracias que reciben.
  
En el Ave, Maris Stella se canta:

Solve vincla reis,
Profer lumen cœcis,
mala nostra pelle,
bona cuncta posce.
  
Rompe al reo sus cadenas,
Concede a los ciegos ver;
Aleja el mal de nosotros,
Alcánzanos todo bien.
  
León XIII, en una Encíclica sobre el Rosario, dice: “Por expresa voluntad de Dios, ningún bien nos es concedido si no es por María; y como nadie puede llegar al Padre sino por el Hijo, así generalmente nadie puede llegar a Jesús sino por María”.
  
La Iglesia, de hecho, se dirige a María para conseguir gracias de toda suerte, tanto temporales como espirituales, y, entre estas últimas, desde la gracia de la conversión hasta la de la perseverancia final, sin exceptuar las necesarias a las vírgenes para guardar su virginidad, a los apóstoles para ejercer su apostolado, a los mártires para permanecer invictos en la fe. Por eso, en las Letanías lauretanas, universalmente rezadas en la Iglesia desde hace mucho tiempo, María es llamada: “salud de los enfermos, refugio de los pecadores, consuelo de los afligidos, auxilio de los cristianos, reina de los apóstoles, de los mártires, de los confesores y de las vírgenes”. Su mano es la dispensadora de toda suerte de gracias, y aun, en cierto sentido, de la gracia de los sacramentos; porque ella nos los ha merecido en unión con Nuestro Señor en el Calvario, y nos dispone además con su oración a acercarnos a esos sacramentos y a recibirlos convenientemente; a veces hasta nos envía el sacerdote sin el cual esa ayuda sacramental no nos sería otorgada.
  
En fin, no sólo cada especie de gracia nos es distribuida por mano de María, sino cada gracia en particular. No es otra cosa lo que la fe de la Iglesia declara en estas palabras del Ave María: “Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte; amén”. Ese “ahora” es repetido, cada minuto, en la iglesia, por millares de fieles que piden de esta manera la gracia del momento presente; y ésta es la más particular de todas las gracias, varía con cada uno de nosotros y para cada uno en cada minuto. Aunque estemos distraídos al pronunciar esas palabras, María, que no lo está, y conoce nuestras necesidades espirituales de cada momento, ruega por nosotros y nos consigue las gracias que recibimos.
  
Tal enseñanza, contenida en la fe de la Iglesia, y expresada por la oración colectiva (lex orandi, lex credendi), está fundada en la Escritura y en la Tradición. En efecto, ya en su vida sobre la tierra, aparece María en la Escritura como distribuidora de gracias. Por ella santifica Jesús al Precursor, cuando visita a su prima Santa Isabel y entona el Magnificat. Por ella confirma Jesús la fe de los discípulos de Caná, concediendo el milagro que pedía. Por ella fortaleció la fe de Juan en el Calvario, diciéndole: “Hijo, ésa es tu madre”. Por ella, en fin, el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles, ya que María oraba con ellos en el Cenáculo el día de Pentecostés, cuando el Divino Espíritu descendió en forma de lenguas de fuego.
  
Con mayor razón, después de la Asunción, desde su entrada en la gloria, la Santísima Virgen María es distribuidora de todas las gracias. Como una madre bienaventurada conoce en el cielo las necesidades espirituales de los hombres todos. Y como es muy tierna madre, ruega por sus hijos; y como ejerce poder omnímodo sobre el corazón de su Hijo, nos obtiene todas las gracias que a nuestras almas llegan y las que se dan a los que no se obstinan en el mal. Es María como el acueducto de las gracias y, en el cuerpo místico, a modo de cuello que junta la cabeza con los miembros.
  
Ya desde este momento se comprende cuán necesario es hacer con frecuencia la oración de los mediadores, es decir, comenzar esta conversación filial y confiada con María, para que nos conduzca a la intimidad de su Hijo, y a fin de elevarnos luego, mediante la santísima alma del Salvador, a la unión con Dios, ya que Jesús es el camino, la verdad y la vida.
  

R. P. Garrigou-Lagrange, O. P.
  

viernes, 22 de julio de 2011

Resumen informativo

NOTICIAS BREVES
 
 
“El peligro que viene”, anunciaba Gilbert K. Chesterton, en los años de la preguerra. Con la frase no aludía a la eventual conflagración mundial que se avecinaba, como podría suponerse, sino al torrente de información periodística que, según la profecía del gran escritor inglés, iba a inundar al mundo en el tiempo siguiente.
   
Verdad es que suelen ser tantas las noticias que recibimos a diario que casi no nos dejan tiempo para reflexionar. Nos abruman con novedades, la mayor parte de las cuales no tienen otro destino que la papelera.  Incluso, esa marejada nos hace perder el sentido de la proporcionalidad, y ya no sabemos qué es lo principal y cuál lo accesorio. Por ejemplo: las riñas habituales dentro de la partidocracia, magnificadas por la prensa, nos inclinan a olvidarnos del sano aforismo criollo que reza que entre bueyes no hay cornadas.
   
Sin embargo, muy de tanto en tanto, aparecen noticias que bien vale la pena de leer y recordar. Hoy damos con algunas de esa categoría, y procederemos a transcribirlas, dado que, tal vez, hayan pasado inadvertidas al lector, ya sea porque aparecieron perdidas en el fárrago habitual, porque se olvidaron de inmediato, o, más simplemente, porque los periódicos ejerciendo su derecho de censura previa, decidieron no publicarlas.
   
Vamos a ellas, pues.

HOLOCAUSTO

De sobra es sabido que desde la victoria judía en 1945, el tema de la realidad de los campos de concentración alemanes donde perecieron cientos de miles de prisioneros hebreos, es inabordable. Quien ponga en duda las cifras divulgadas, aparte de cargar con el sambenito de “nazi”, puede cometer un delito de lesa humanidad. Que no otra cosa fue lo que le sucedió al famoso historiador inglés David Irving en Austria, donde le impusieron tres años de prisión por haber manifestado que a él no le constaba documentalmente aquella difundida magnitud carcelaria.
   
Es que la “Shoa” (Holocausto), entre otras cosas, constituye la base de la identidad israelí contemporánea. No hace mucho leímos en un libro que, dado el agnosticismo reinante y la pluralidad étnica en Palestina, ahora ser judío es creer en la “Shoa”; no en la “Torah” o en el “Talmud”. Luego, es obvio que este no es un asunto para andar jugando con cifras ni opiniones científicas o técnicas. Se trata de dogmas que, como tales, deben ser respetados.
   
No obstante lo antedicho, al respecto acaba de publicarse una noticia que el lector sabrá valorar en su justa medida, sin peticionar de nosotros ningún comentario; ni tan siquiera de si se pudiera tratar de la punta de un iceberg.
   
El dato fue publicado por el diario “Hoy” de la ciudad de La Plata, del 10 de noviembre de 2010, en su página 12 (y que sepamos, no ha sido reproducido por otros matutinos). El suelto dice textualmente así:
   
“Estafa millonaria por el Holocausto.
“Unos 5.500 judíos recibieron fraudulentamente 42 millones de dólares en Estados Unidos pagados por Alemania, haciéndose pasar por víctimas de Holocausto, reveló ayer la fiscalía de Nueva York. Un total de diecisiete personas fueron inculpadas por la estafa de larga data a través de un fondo destinado a ayudar a víctimas de la persecución nazi en la Segunda Guerra Mundial. Mientras que once de los sospechosos fueron detenidos ayer y contra todos los inculpados pesan cargos por estafa pasibles de hasta veinte años de cárcel y una multa de doscientos cincuenta mil dólares.  «Si hay una causa que uno podría suponer  inmune a la codicia y el fraude criminal, es la Conferencia de Reclamos, que asiste a diario a miles de pobres  y ancianos víctimas de la persecución nazi», dijo el fiscal del distrito sur de Nueva York Prehet Baharara.
“Muchos de los que recibieron los fondos fraudulentos habían nacido después de la Segunda Guerra Mundial y por lo menos uno de ellos ni siquiera era judío, mientras que la mayoría era de origen ruso, indica la fiscalía de Nueva York. En otra estafa se entregaban mensualmente 411 dólares a los que vivieron en guetos durante 18 meses o más o durante seis meses en campos de concentración o de trabajo”.

   
Fin de la noticia.

ALBORADA SOCIALISTA

“El modelo cubano ya ni siquiera funciona para nosotros”, dijo Fidel Castro a comienzos de setiembre de este año [2010], al periodista invitado Jeffrey Golberg, de la revista izquierdista “The Atlantic”. Y se armó la de San Quintín. Que si no quiso decir lo que dijo, o que tal vez no lo dijo, o el periodista lo entendió mal. Etcétera, etcétera. No hubo comunista de estos pagos que no saliera al quite, en defensa del sistema socialista. Quien no pudo desmentir del todo lo dicho fue el propio Fidel, puesto que sabía que Golberg había grabado la entrevista. Prefirió hablar de malas interpretaciones.
   
Y, aparentemente, ahí quedó la cosa. Pero, no. Lo importante no fueron lo dichos, sino los hechos. Porque de inmediato, los hermanitos Castro —“dos son los Castro, y ninguno bueno”, se decía en otras épocas en Cuba—, en consonancia con lo sostenido ante Golberg, anunciaron una serie de medidas impresionantes. De ellas dio buena cuenta “The Economist”, de Londres, traducido por el diario “La Nación”, de Buenos Aires, del 18 de setiembre de 2010, página 6 de la sección “Economía y Negocios”. En sus pasajes principales la noticia que transcribimos fragmentariamente rezaba así:
   
“El 13 de este mes, el gobierno (cubano) anunció, a través de la confederación sindicalista oficial, que  más de un millón de personas (un quinto de la mano de obra) serán despedidas de puestos de trabajo estatales, la mitad de ellas quedará sin trabajo a partir del 1º de abril de 2011…
“Esta es la mayor reorganización de la economía desde que Fidel Castro expropió pequeñas empresas, en 1962, impresionando a sus benefactores soviéticos al colocar bajo el control del Estado a prácticamente todos los trabajadores, desde los lustradores de zapatos hasta los mozos. A mediados de la década de 1990, cuando la Unión Soviética y sus subsidios para Cuba desaparecieron, Fidel permitió a regañadientes que los cubanos utilizaran el dólar estadounidense como moneda legal y que se embarcaran en pequeños negocios (tales como el alquiler de habitaciones y la apertura de restaurantes de poca envergadura)… Cuando Hugo Chávez, el presidente de Venezuela, se convirtió en el nuevo benefactor de Cuba, ofreciendo petróleo barato, Castro recentralizó la economía…
“Con frecuencia, Raúl Castro expresó su enojo con la aguda falta de eficiencia de Cuba. «Tenemos que borrar para siempre la idea», dijo a la Asamblea Nacional el mes último, «de que Cuba es el único país del mundo donde no es necesario trabajar»… A comienzos de este mes, a Fidel Castro mismo se le escapó… que el modelo económico cubano «ya ni siquiera funciona para nosotros».  Aunque más tarde, él, solapadamente, dijo haber sido mal interpretado, ésta es claramente la visión de su hermano…
“Durante mucho tiempo, una gran cantidad de cubanos complementaron sus míseros sueldos estatales, alrededor de 20 dólares por mes, con empresas privadas ilegales en el gran mercado negro.  Pero las reformas profundizarán las ya evidentes desigualdades en los ingresos en Cuba. Y también debilitarán el control que el Estado tiene sobre la vida de los cubanos. «Un día, podríamos recordar esto como el momento de la Perestroika», dijo un diplomático occidental en La Habana”.

   
O sea: que la Gran Aurora Roja, por la que tanto bregaron nuestros próceres marxistas, desde José Ingenieros a Ernesto Guevara, está en ciernes.  A no perderse ese glorioso amanecer.

TODOS POR LA PATRIA SANDINISTA

En otras ocasiones hemos hablado del Terrorismo de Estado Cubano, en particular operando a través de su satélite, la Nicaragua Sandinista.  Siempre siguiendo la famosa declaración de Fidel Castro, del 3 de julio  de 1998, en la  Asociación de América Latina y el Caribe, donde dijo refiriéndose a Iberoamérica: “En el único lugar donde no intentamos promover la revolución fue en México.  En el resto, sin excepción lo intentamos”.
   
Ahora, escuetamente, reproducimos esta noticia publicada en “Infobae”, de Buenos Aires, del 25 de mayo de 2010, y que expresa lo siguiente:
   
“Un ex coronel dijo que el ataque de 1989, comandado por el ex jefe del ERP Enrique Gorriarán Merlo, tuvo el apoyo del Frente Sandinista de Liberación Nacional. Por el copamiento murieron 39 personas. Víctor Boitano, ex coronel del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que controló Nicaragua durante la década del 80, reveló que el ataque guerrillero al Regimiento de Infantería Mecanizada III de La Tablada, el 23 de enero de 1989, fue financiado por su país.
“Según indicó el ex militar del país centroamericano, el ataque que llevó adelante el fallecido ex jefe Enrique Gorriarán Merlo con el Movimiento Todos por la Patria (MTP) y dejó un saldo de 39 muertos, tuvo la ayuda económica de los sandinistas. «El golpe que realizó Enrique Gorriarán Merlo en la Argentina fue financiado por nosotros», dijo Boitano en declaraciones televisivas, al tiempo que admitió que el dinero que usaron para este propósito surgió, en parte, de venta de drogas y armas, y de la trata de personas”.

   
La otra parte del dinero, como es sabido, provino de la Cuba castrista, la cual, según es notorio, estaba financiada por la U.R.S.S.
   
La Tablada constituyó una de las últimas grandes operaciones realizadas por el Departamento América, dependiente del Comité Central del Partido Comunista Cubano. Acción terrorista dirigida por el Coronel cubano Renán Montero (Andrés Barahona López), alias “Iván”, por entonces jefe de la División Quinta de la Inteligencia de Nicaragua (donde se desempeñaba Enrique Haroldo Gorriarán Merlo). Dato acreditado por el ex capitán del ejército cubano Lázaro Betancourt Morín, por Jorge Ricardo Masetti, por Omar Adra, y por el nicaragüense Reynaldo Aguado, entre otros. Ahora se agrega el testimonio del ex Coronel nicaragüense Víctor Boitano.
   
¿Terrorismo de Estado…? Sí. ¡Terrorismo de Estado Soviético-Cubano-Nicaragüense!
   

YANKEES Y MARXISTAS
   
También es sabido que no todos los países se muestran generosos y filántropos a la hora de ayudar económicamente a la Argentina. Por eso, nuestra opinión popular suele ser muy acerba con ciertas naciones centrales, a las que inculpan de usureras o explotadoras.
   
Con la finalidad de establecer la verdad del juicio negativo indicado, mostraremos acá una noticia importante. Se trata de un artículo aparecido en el diario “La Nación” de Buenos Aires, del día 12 de setiembre del 2010, página 4 de la Sección “Enfoques”, titulado “El poder de las ONG”. Nota descriptiva, más bien favorable a las “Organizaciones No Gubernamentales”, en la que se elogia su rol de árbitros políticos. En tal sentido, se lee:
   
“Gastón Chillier, Álvaro Herrero y Hernán Charosky, directores ejecutivos de CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), ADC (Asociación por los Derechos Civiles) y Poder Ciudadano, respectivamente, coinciden en  que la coyuntura política actual contribuye al avance las ONG.
“En un contexto político muy polarizado, las ONG juegan un rol muy articulador de consensos entre los partidos políticos del Congreso, sin diálogo directo entre ellos”, sostiene Chillier…  Para Charosky los políticos “buscan a las ONG como una especie de árbitro…”.

   
Dictámenes que podrían traducirse en el sentido que dichas entidades, en esta Democracia de la Derrota, están por encima de los partidos parlamentarios, funcionando como un reaseguro del demoentreguismo.
   
Para que el asunto no quede en abstracciones, por separado, el articulista da cuenta de “Los pases del año”, es decir que:
   
“La participación en las organizaciones de la sociedad civil (OSC) y la militancia política partidaria nunca estuvieron separadas por un muro infranqueable. Pero, en los últimos tiempos, una serie de transferencias a la política de los que hasta entonces eran jugadores estrellas de las OSC instaló el debate sobre la neutralidad partidaria de esas organizaciones”.
   
Cuestión que ejemplifica con los pases de Laura Alonso, de “Poder Ciudadano”, y Miguel Braun, de CIPPEC, al PRO de Mauricio Macri, y de Nicolás Duccoté, de CIPPEC, al partido de Francisco de Narváez. Aclarando luego que: “Los activistas de la sociedad civil tienden a ser más de centroizquierda”. Desde luego, para no desentonar con lo “políticamente correcto” en la Democracia que se alumbrara el 14 de junio de 1982, con la rendición de Puerto Argentino.
   
A su propósito, recordemos que el 7 de noviembre de 1985, en el Simposio de la Internacional Liberal realizado en Madrid, y en presencia del Presidente argentino Raúl Ricardo Alfonsín, el ex-ministro del Foreign Office David Steel, aseguró: “La democracia en la Argentina no habría llegado si no hubiera sido por el coraje y sacrificio de nuestros bravos muchachos”. Concepto reiterado en 1994 en Río de Janeiro por Mrs. Margaret Thatcher.
   
Continuando con el texto de “La Nación”, anotemos que se pasa al capítulo del “Financiamiento”, en el que asienta lo siguiente: “La mayor parte de las donaciones a estas organizaciones proviene de embajadas extranjeras, organismos internacionales y entidades del exterior, como la Fundación Ford o la National Endowment for Democracy (NED), una organización de fomento de la democracia en América latina que se nutre con fondos del Congreso de los Estados Unidos”.
   
Esto es, si no hemos entendido mal, que Embajadas Extranjeras, pongamos por caso la del Reino Unido de Gran Bretaña, y el Congreso de los Estados Unidos (amén de la Foundation Ford), a través de estas ONGs, velan por la buena fortuna de nuestra maravillosa “Democracia”, con la que vivimos, comemos, nos educamos, etc., etc., según definiera el gran prócer de la post-malvinidad, Raúl Ricardo Alfonsín.
   
Por nuestra cuenta aclaramos que la NED en cuestión es una especie de ONG madre, colectora y distribuidora de fondos, creada por el Partido Demócrata de los Estados Unidos, para atender su “patio trasero” o “Latin America”. Merced a ella, USA cumple con el proyecto  del “Destino Manifiesto”, diseñado, entre otros, por Theodore Roosevelt, Robert Taft y Woodrow Wilson, de enseñar a los “southamericans” a gobernarse bien. Es el viejo “big stick”, pero ahora forrado con dólares.
   
Prosiguiendo con la noticia, digamos que, para no irse por las lomas de Úbeda,  su autor ubica a los que llama “los cuatro grandes de la sociedad civil”, de los cuales nos interesan los dos primeros —la ADC y el CELS—, y, más especialmente, el segundo, el nunca suficientemente bien ponderado Centro de Estudios Legales y Sociales. Esta última ONG, es la que creara Emilio Mignona para atacar la represión de las Fuerzas Armadas, que a su muerte pasó a la conducción del benemérito Horacio Verbitsky, afamado columnista de “Página/12”, y que Manuel Acuña denunció como financiada por la Fundación Ford, maguer la prédica leninista constante de su director. Acá se exhibe como dirigida por un tal Gastón Chillier, y declarando como su principal campaña, el “acuerdo de seguridad democrática, cárceles y violencia policial”. Además, el CELS se ha caracterizado por impulsar como querellante los denominados “juicios de lesa humanidad”, y los rumores provenientes de la opinión pública le adjudican una injerencia directa en el nombramiento de los magistrados federales y en los ascensos, pases y retiros de los oficiales de las Fuerzas Armadas, como asimismo su funcionamiento como entidad de contraespionaje paralela al SIDE. O sea: se trata de un personaje central de la tragedia nacional, según es público y notorio.
   
Pues bien: de la ADC (Asociación por los Derechos Civiles), la noticia da cuenta como sus principales donantes, entre otros, a la: “Fundación Ford…, National Endowment for Democracy..., Embajada de Gran Bretaña”.
   
De igual modo, referente a la mayor de las ONG, el CELS, también se consignan como principales donantes a la: “Fundación Ford…, Embajada de Gran Bretaña…, National Endowmente for Democracy (NED), de Estados Unidos”.
Esta es una información súper-valiosa.
   
Añadamos que no se trata de una noticia aislada. En Internet se ha comunicado que no sólo la embajada británica está involucrada en el caso, sino que el propio Foreign Office contribuye a las finanzas del CELS (del que, memoremos, ha formado parte, el honorable Ministro de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni); lo que refuerza el carácter oficial de la mencionada dádiva (ver página web del CELS, lunes 5 de julio 2010, hora 18:09:44).
   
Cuando alguien se pregunta quién está detrás de la izquierdización del país, desde 1983, del ataque sistemático a las FF.AA., de la destrucción organizada de la identidad nacional y la consolidación del régimen de corrupción política, moral, cultural, mediática, educativa, legislativa, judicial, emblemática y hasta musical, ahí tiene la respuesta.
   
“¡Vamos a hundir a la Argentina en la tierra de la humillación!”, dijo el 6 de junio de 1982, en la Cámara de los Comunes, el nieto de Winston Churchill, que lleva su mismo nombre. He aquí uno de los métodos que han hallado para concretar el derrumbe programado y así hacernos pagar cara la derrota.
   
El Congreso de los Estados Unidos y la Embajada de Gran Bretaña (amén de peces menores, tales como la Fundación Ford, la John Merck Fund, el International Center For Transitional Justice —ICTJ—, Open Society Institute, Strategic Programe Fund-ex Gof, etc.), socios en la Guerra del Atlántico Sur,  mediante el insigne CELS (con el auxilio de la ADC), son los perros guardianes de nuestra “seguridad democrática”.
   
No más rompederos de cabeza, ni de nebulosas conceptuales, para dar con los responsables de nuestro abatimiento y progresiva decadencia.
   
Tampoco es cuestión de preguntar cómo entes capitalistas pueden favorecer desórdenes anarcoides. Esos son aporías teóricas.
   
En la práctica histórica, muchas veces se ha visto esa conjunción. Piénsese, si no, en el testimonio del ex embajador de Estados Unidos en La Habana, Earl E. T. Smith, ante el Subcomité del Senado sobre Seguridad Interior, del 30 de agosto del año 1960. Entonces, Smith afirmó que la CIA había entregado a Fidel Castro grandes sumas de dinero, a través del agente Robert Wiecha, contando con el beneplácito del secretario adjunto de Asuntos Latinoamericanos Roy Rubotton, del director de la División Caribe del Departamento de Estado, William Arthur Wieland y el jefe de la sección política de la CIA, John Topping (todo lo cual está  desarrollado en el libro de Earl Smith, “Cómo Eisenhower entregó  Cuba a Castro Ruz”).
   
O si no cómo, en 1917, la Cancillería y el Estado Mayor alemanes facilitaron el ingreso de los bolcheviques de Lenín, provenientes de Suiza, en el “vagón precintado”, cuya travesía concluyó en la Estación Finlandia de San Petersburgo.  Se los dotó de sumas millonarias, a fin de inocular “bacilos en el cuerpo del enemigo”, según manifestó  el general Erich Ludendorff. Esto, sin mentar la actividad de las bancas judeo-germana (Warburg) y judeo-neoyorkina (Kuhn Loeb) para con la misma empresa bolchevique, dado que ahí cabría pensar en otro tipo de afinidades.
   
En suma: que son hechos tangibles, que suelen responder a intereses mutuos, se ajusten o no a coherencias doctrinarias.
   
Hoy, específicamente sobre el CELS, resulta que los muy capitalistas Estados Unidos y el Reino Unido emplean anualmente cuatro millones ochocientos mil pesos (otro tanto va para la ADC) en financiar este organismo claramente marxista. No es una paradoja, ni un equívoco ideológico. Eso es, ni más ni menos, que un hecho, que ellos mismos declaran y registran. Algo similar a cuando un organismo de contraespionaje inglés (el MI6) operó como productor de películas argentinas sobre la Guerra de Malvinas. Antimilitaristas, desde luego. ¿Se acuerdan del refrán: “bolches, ingleses, los mismos intereses”…? ¿Se aplicará al caso…?
   
Cuando menos acá se impone una conclusión: es la contenida en el aforismo procesal “a confesión de parte, relevo de prueba”. O, si se prefiere una glosa pertinente: que los imperialismos, aparte de vencer, quieren convencer, brindándonos el manual de un buen comportamiento “democrático”. Para que les estemos eternamente agradecidos por tutelarnos como lo hacen. ¡A servirse, pues, que son pasteles anglosajones con guindas izquierdistas!

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Hasta aquí las noticias prometidas. Creemos que de algo le servirán al lector. De nada.
   

Enrique Díaz Araujo
                         
 

jueves, 21 de julio de 2011

Totus Revolutus

ENGORRO
  
  
Monseñor Juan José Asenjo Pelegrina es el Arzobispo de la Archidiócesis de Sevilla. En la imagen que reproducimos, lo vemos con su vestimenta propia de la dignidad que posee.
    
    
    
Sin embargo, en el marco de la muy reciente visita que realizara a Tierra Santa, Monseñor se dirigió al Muro de los Lamentos. Podemos ver su aspecto “algo” cambiado en la imagen de abajo:
            
                 
  
  
De sotana, ni hablemos. La cruz escondida en el bolsillo. Kipá —vestimenta judía— sobre su cabeza, desprovista de mitra o solideo. Recordemos que los judíos consideran que sus cabezas deben estar cubiertas cuando se encuentran en un lugar al que ellos consideran sagrado.
  
  
Nuestro Prelado kipado (que no mitrado), escondedor de la cruz, tan respetuoso con los usos y costumbres judías, ¿estará haciendo méritos para ser Arzobispo de Buenos Aires? Si así fuera, tendrá que esmerarse más: todavía no se hizo “bendecir” por los protestantes, ni ha ayudado a la fuga de subversivos con ropas talares.
  
  
Claro, se llama Juan José. No Judas B.
        
Rafael García de la Sierra
            

miércoles, 20 de julio de 2011

Poesía que promete

ROMANCE DE LA VISITA
DE LA ESCUADRA ITALIANA
AL PUERTO DE CÁDIZ

  
  
Gritos de siete colores
en la Torre de Tavira,
siete banderas anuncian
que hay una escuadra a la vista.
  
Sobre el parche azul del cielo
veinte cañones repican.
El viento cortando el humo,
mechones blancos trasquila.
Por una escala de nubes
el humo al cielo subía.
  
Y Dios le ha dicho a la Virgen
en su trono de amatista:
—A marisco huele el humo.
A marisco y manzanilla:
cañones de Cádiz son
los que disparan, María.
  
En balcones de turquesa
los ángeles se reguindan
y corre por cielo y cielo,
de ala, en ala, la noticia:
  
¡Ay, que viene la gala,
la gala de la Marina!
  
Barcos de Italia cruzaban
el canal de la bahía
rayando de cal y plata
el agua verde y tranquila.
  
El capitán, en el puente,
lleno de asombro y de risa:
—¿Para qué tanto ruido,
si somos de la familia?
  
Cargados vienen los barcos
de aceitunas y uvas finas,
muñecos de pasto y jaspe,
violines, arpas y liras:
trozos de Dante y D'Annunzio,
barítonos, falsetistas,
rosas de Nápoles, rosas,
y de Sorrento, amarillas,
una bendición del Papa
y un gran saludo fascista.
  
En sus tacones de plata
los torreones se empinan:
¡bailadores gaditanos
de salero y gracia fina!
Flores tiran a las aguas
Puerto Real y la Isla.
  
Vuelca Rota los canastos
de sus huertas y sus viñas.
Nadando limones verdes
hacia la escuadra venían.
  
Y de colchas floreadas
y mantones de Manila,
cuelgan en el puerto, puerto,
Puerto de Santa María,
los balcones de sus casas
toreros y jesuítas.
  
Y el capitán, en el puente,
lleno de asombro y de risa:
¿Para qué tanto ruido,
si somos de la familia?
  
Razón tiene el capitán,
razón sobrada tenía.
Sal de Cádiz, hace siglos,
llevaron las bailarinas
que de Roma se trajeron
a Cádiz la sal latina.
  
Y con mármoles de Italia,
los genoveses hacían
a las Vírgenes de Cádiz
retablos de gracia fina.
  
¿Para qué tanto ruido,
si somos de la familia?
  
Las reverencias de antes
se vuelven guiño y sonrisa.
  
Ya se callan los cañones.
Ya las banderas se arrían.
  
Limpio está de niebla y humo,
frotado el cielo de brisas:
callados el Puerto y Rota,
Puerto Real y la Isla.
  
¡En su casa entra la gala,
la gala de la Marina!
  
La punta de San Felipe
a su encuentro, en la bahía,
se adelanta con un ramo
de algas verdes y coquillas.
  
José María Pemán
                

martes, 19 de julio de 2011

In memoriam

A TREINTA AÑOS
DE LA MUERTE DE
JOSÉ MARÍA PEMÁN
  
  
A los 84 años de edad, dos meses después de recibir el Toisón de Oro, y tras ocho días en estado de coma, ha fallecido en Jerez de la Frontera, el 19 de julio de 1981, José María Pemán y Pemartín, poeta, dramaturgo y articulista. Y académico.
  
Con esta figura destacada de nuestras Letras desaparece un hombre singular y en cierto modo paradigmático de la Literatura española contemporánea. Buen poeta, de fácil versificación, luminosas ideas y evidente gracia meridional, este escritor gaditano mostró al final una extraña proclividad que resulta, en cierto modo, incomprensible ante su fama y su ingenio.
  
Pemán, nunca profundo y bastante frívolo, fue un claro ejemplo de víctima del terrorismo intelectual de los últimos tiempos. Quien tuvo el genio y valentía en 1938 de escribir “El divino impaciente”, que no era tanto una biografía de San Francisco Javier, de proyección universal, como un alegato contra el laicismo de su tiempo que pretendía arrojar a España, ha sucumbido últimamente a las presiones políticas e intelectuales de este aciago período final de la España del Siglo XX. El poeta que prestó sus versos al “Himno Nacional” y al “Himno Eucarístico”, cantó a José Antonio y se entregó fervorosamente a la Cruzada de 1936-39, escribiendo estas palabras referidas al traslado de los restos del Fundador de la Falange a El Escorial: “El traslado a pie, en hombros de sus muchachos, desde Alicante, rodeado de antorchas y hogueras, fue una de las ceremonias más dignas y logradas que hayan podido ofrecer el mundo contemporáneo, tan relajado de estilo, a la estética y a la emoción”, no tiene rubor en prodigarse en artículos triviales y hasta burlones, que han culminado con el póstumo de “ABC”, que hubiera hecho un favor al autor silenciándolo.
  
Pemán hace tiempo que se había mostrado partidario de “arrumbar gestos, himnos e indumentarias que pueden haber sido sobrepasados”, y no quería recordar su intento homérico del “Poema de la Bestia y el Ángel”, como quiso borrar su adscripción al mundo religioso, siendo católico, con aquella confesión paladina en “ABC” burlándose de sus pías admiradoras y saliéndose por los cerros de Úbeda con “Los tres etcéteras de Don Simón” que deseó que fuese más representación suya que “El divino impaciente”, “Cuando las Cortes de Cádiz”, “Cisneros” y “La Santa Virreina”.
  
Su monarquismo fundido con un liberalismo que él sabía irreconciliable con el catolicismo (el liberalismo pemanesco, que decía Elías de Tejada) le condujo a considerar liberales a Menéndez Pelayo y Balmes, y su fe llenó de dudas que unidas a la edad, por no parecer viejo o anticuado, le hizo acercarse al progresismo postconciliar, y en este afán se permitió jugar con su habitual zumba gaditana con cosas tan sagradas como el Espíritu Santo. Lo mismo se aferraba a Marcuse que a la televisión, a la que proveyó de su personaje “El Séneca” tan poco próximo al filósofo cordobés.
  
El Concilio Vaticano II le subvirtió sus esquemas mentales y religiosos y llegó a preferir, tras sus dudas, a la “fe del carbonero”, la “fe del hombre que trae a casa el butano”. Quiera Dios que a última hora San José haya iluminado la mente de este escritor que ha llenado todo un siglo y cuya ingente obra, en medio de la variedad, ofrece momentos de destello, no efímeros como sus artículos de lúdico esparcimiento y malabarismo andaluz, sino de sugestiva meditación. Como buen poeta fue pésimo político, y por eso será mejor siempre recordarle por sus bellas e inspiradas estrofas, a veces de una galanura y belleza impar, que por sus juicios religiosos o ideológicos, donde su naufragio o zozobra fueron constantes. Olvidar su cínica carta a “ABC” el 20 de noviembre de 1953 e incluso su zalamería boba de “El catalán, un vaso de agua clara” y recordarle en “Elogio de la vida sencilla”.
  
Tomado de la Revista “Fuerza Nueva”
  

lunes, 18 de julio de 2011

En la semana del Alzamiento (IV)

En un nuevo aniversario de la Cruzada Hispánica
           
SIN NOVEDAD EN EL ALCÁZAR
  
  
Jubilar y heroico es este mes de julio, pleno de grandezas para la Hispanidad. En primer lugar porque es el tiempo del Gran Patronazgo de Santiago Apóstol, el discípulo predilecto iniciador por los caminos de la Iberia pagana del mensaje del Hijo del Hombre.
  
Dicen las crónicas que el Apóstol predicó en Braga. Más tarde, desde Zaragoza, recorrió los caminos legionarios de Numancia para seguir por el curso del Ebro y por la Vía Augusta de Tortosa a Valencia, para trasladarse a Andalucía y llegar a Murcia.
  
En el correr de esos días en constante trajinar predicador y regresado a Jerusalén, la vida del hijo de Zebedeo se consumó en el martirio por manos ya deicidas. Sobre la firme cimentación de su sepulcro al que fue conducido por sus discípulos Atanasio y Teodoro se edificó Santiago de Compostela, que vivió y vive por la Fe. Desde el lejano 25 de julio del 44 arranca la hermosa tradición que hizo de esa fecha, día no sólo de Galicia, sino de nuestra América, como prolongación espiritual de la antigua Iberia, ya Católica y como nunca Romana.
  
Pero he aquí que,en el correr de los siglos, España y el Apóstol se encontraron en el mismo camino el 18 de julio de 1936, cuando la realidad brutal era impúdica expresión de la Siniestra, demoniocráticamente  electa como otrora lo fuera Barrabás. Aquel año no repicaron las campanas. La única en hacerlo fue la Berenguela, lanzando a decenas de leguas su plegaria de bronce y llamando a la Cruzada. Los cañones y los “paqueos” tronaron arriba y abajo enfrentando a la roja España cainita. Y el poeta anónimo invocó a Santiago: “Capitán General de la vanguardia / Señor de las espadas de Castilla / Monta en tu mar de estrellas y de soles / Y orienta por la ruta a Compostela/ la rosa de los vientos españoles / Y haz que la gloria de tu infantería / clave en el alto sol de mediodía /el empeño Imperial de las espadas”.
  
Para la memoria augusta cuenta también el cesáreo mes con hazaña abultada, que por haber paralizado la sangre de multitudes no podemos olvidarla en esta Séptima Década que nos convoca para honrar a los Héroes de una guerra que por justa era inevitable.
  
Desde el martes 21 de julio de 1936 el mundo fijó su atención en Toledo, donde los  resistentes a la anti España, con terquedad heroica se encerraron en los muros centenarios del Alcázar, por entonces Academia de Infantería de la brava Castilla. La misma que, como profetizara José Antonio, estaba “otra vez arma al brazo y bajo las estrellas por España”. Ese mismo día el Jefe de aquel baluarte de la Fe, el Coronel José Moscardó Ituarte, planteó con claridad su posición ante el requerimiento enemigo para que se rindiera. Así escribió en su memoria de guerra fundamentando la negativa: “Ante todo el amor a la Patria en poder del marxismo, nuestra confianza ciega en el General Franco, además de no aceptar la deshonrosa e indigna orden de entregar a las milicias rojas el armamento de los Caballeros Cadetes”.
  
Pero esto era sólo el comienzo. Unas horas después, exactamente el 24 de julio, Luis, hijo menor del  defensor del Alcázar, era detenido por los partisanos.  Conectando el teléfono de la fortaleza, aquellos hijos de las miasmas, con estiércol hasta en los sentidos, pusieron ante el Hombre de Honor la vida y la carne de su carne. La libertad del cautivo con la rendición, o la muerte. Se dio entonces un diálogo que es romance y que repite el drama histórico del siglo XIV protagonizado por el Conde Guzmán el Bueno, que en lenguaje medieval significaba Valiente. Un hijo es algo inmenso, pero la Fe y la Patria exigían el desgarrón de la vida moza.
  
Así lo sintió Moscardó y por eso no aceptó salvar a su muchacho a precio vil. Y prefirió que se lo asesinasen. Su decisión fue la que puede encontrarse en la tierra que ensanchara Rodrigo Díaz de Vivar, la misma que viera dar testimonio de la Verdad hasta verter su sangre a José Antonio Primo de Rivera, el Caudillo del nacionalsindicalismo y  adalid universal de los valores eternos.
  
Con estilo espartano el Gran Capitán relató su imponente gesto estampando en el ya citado diario de guerra: “A las diez horas, el jefe de las milicias llamó por teléfono al Comandante Militar (el que habla) notificándole que tenía en su poder un hijo suyo y que le mandaría fusilar si antes de diez minutos no nos rendíamos, y para que viese que era verdad, se ponía el hijo al aparato, el cual, con gran tranquilidad dijo a su padre que no ocurría nada, cambiándose entre padre e hijo frases de fervor religioso y de un gran patriotismo. Al ponerse al habla el Comandante Militar con el jefe miliciano le dijo que podía ahorrarse los diez minutos de plazo que le había dado para el fusilamiento de su hijo ya que de ninguna manera el Alcázar se rendiría”.
  
El asedio continuó con terrible saña. Hombres del Ejército y Guardias Civiles con falangistas y requetés junto a familias enteras compuestas por niños, mujeres y ancianos se habían juramentado para emular a Numancia. La metralla comunista llegaba desde la tierra y  desde el aire, sumando durante aquellos terribles 72 días 600 bombas arrojadas por los aviones marxistas, 500 disparos de artillería, 2000 granadas de mano y otros tantos petardos, sin contar el “paqueo” constante y las minas que, desde túneles cavados hacia los cimientos, estallaron en varias oportunidades.
  
Entresacamos de uno de los partes nacionales, la batalla de los Héroes: “El enemigo por los escombros del torreón noroeste y procedente del Zigzag coronó éste y allí se hizo fuerte lanzando granadas de mano por el techo de las galerías y habitaciones, costó gran trabajo ocupar las ruinas, por encontrarse todas las escaleras obstruidas o rotas y con escaleras de mano empalmadas y marinas se pudo ocupar esa parte, la más peligrosa, tomando al enemigo una bandera que tenía para ponerla en su creencia en  la victoria. Al mismo tiempo atacaron también por la Puerta de Hierro con un tanque  de artillería pero tuvieron que retroceder ante el empuje de nuestras fuerzas instaladas en el comedor y lavadero…”
  

Dios velaba por aquellos mártires católicos. A las cinco de la tarde se rezaba el Rosario que volvía a repetirse a las siete y media. A esas oraciones  se agregó, por orden del Coronel Padre y Jefe, una Novena y un Octavario a la Virgen Protectora de Toledo, cuando el terror rojo se intensificaba.
  
Historiadores y testigos de la gesta, como el propio Moscardó, autor del invalorable “Diario del Alcázar”, o el Comandante Benito Gómez Oliveros, con Alberto Risco S.J. y el historiador Rafael Ballester, trasuntan junto a miles de documentos la existencia de un milagro efectivo en aquella Fortaleza en ruinas llena de polvo y con el aire irrespirable. Así se expresa Ballester: “En medio de las pestilencias se hicieron operaciones quirúrgicas y de obstetricia sin que hubiese una sola infección. Se vivió entre los piojos sin que se diese un caso de tifus exantemático y además, Dios debió escuchar la plegaria de los fuertes, porque no sucumbió en el asedio ningún débil”.
  
Milagro además en una construcción medieval que resistió durante semanas la potencia de la  artillería y las bombas del siglo XX. Moral altísima de aquellos combatientes que comenzaron a publicar un periódico bautizado como “Diario del Alcázar” y que era preparado por su director, un falangista llamado Amadeo Roig, en una primitiva  máquina multicopiadora. Finalmente llegó la Pascua para poner término al Via Crucis donde se ensayaba la canción del más bello morir: Por Dios y la Patria.
  
El empuje de los Regulares del General Enrique Varela y la majeza de los Legionarios de Castejón quebró el cerco de la horda anarcomarxista. El horror quedaba atrás cuando, ante la estatua del César Carlos V, un Hombre con las pupilas llenas del dolor por su hijo se cuadró militarmente ante su superior y lacónicamente dijo: “MI GENERAL, SIN NOVEDAD EN EL ALCÁZAR”.
  
Por aquellos días comentaba Germán Fernández Fraga: “Sin novedad y allí, a pocos metros estaba la figura de su hijo sacrificado, muriendo sonriente ante una pandilla de asesinos. Sin novedad, y allí junto a él formando cuadro los heridos, los amputados y los rostros macilentos de las mujeres y los niños. Sin novedad, y tenía a su alrededor Historia prieta e imperecedera”.
  
La Hispanidad toda se afirmó en aquella gesta de las primeras semanas del Alzamiento Nacional. Espadas brillantes se desenvainaron en su honor, como la de los Cadetes franceses de Saint Cyr, que pusieron el nombre de “Alcázar” a la promoción que admiraba la docencia heroica.
  
Porque, como escribiera Antonio Caponnetto, en  su libro “El deber cristiano de la lucha”: “Siempre será motivo de elogio un jefe que no vacile, una plaza que no se rinda, un alcázar sostenido sin renuncias… Siempre al fin será bien visto ese estilo militar que no define necesariamente un uniforme pero si la preferencia por lo veraz y lo justo, por la austeridad y la perseverancia, por bautizar Cruzada a la guerra contra la tiranía roja por la Cruz y por la Espada en armónica sinfonía”.
  
Poco antes de su fallecimiento (acaecido al siguiente año), en carta autógrafa para el madrileño diario “El Alcázar” fechada el 28 de septiembre de 1955, el Grande de España resumió el sentido de su gesta con estos párrafos: “Cada fortaleza tiene una leyenda y un fantasma. El Alcázar de Toledo, cargado de mitos, cuenta en cada piedra la legendaria historia de nuestra Infantería. El heroísmo, como fantasma que flota entre los torreones, enseña a los hombres del futuro a no temer más que a Dios cuando suena la hora de defender a la Patria”.

             
Luis Alfredo Andregnette Capurro
       

domingo, 17 de julio de 2011

En la semana del Alzamiento (III)

   
SONETO DEL VOLUNTARIO  
                  

Por España estamos alistados;
por su honor formamos tan de prisa;
por la fe entre el fuego oímos misa;
por amor hoy somos sus soldados.
         
El yugo y las flechas van bordados;
el detente protege la camisa;
el tirar sin odio es la divisa;
el cansancio quedó en los poblados.
          
Me enseñaron una canción guerrera
que promete un reír de primavera
y un lucero guardián de lo español.
     
Hace tiempo soñaba esta alborada. 

Por mi Dios me lanzo a la Cruzada,
por mi Patria aquí estoy: de cara al sol.
         

sábado, 16 de julio de 2011

En la semana del Alzamiento (II)

         
            
LLÁMAME CAMARADA
  
  
Las palabras, como casi todo lo que el hombre usa, unas veces están de moda y otras no; el valor de una palabra sufre las mismas oscilaciones que los cotizados en la Bolsa, y sube y baja con tanta frecuencia, ligereza y capricho como la altura de la falda de las mujeres respecto del suelo. Quien esté situado ente los cuarenta y los cincuenta años ha conocido en este último terreno todo lo que hay que conocer, desde el tobillo poco menos que parcela acotada para la pura observación erótica, hasta el muslo como zona sin misterio. Ya en mi adolescencia se cantaba aquello de que la tobillera acabaría en muslera, y aún insinuaba el ingenio del autor de la copleja:
  
…al paso que tú vas
de fijo acabarás siendo muslera…
¡Muslera y algo más!
  
Con la palabra camarada pasa que no está de moda. Tampoco están de moda muchas otras vinculadas con el uso de la palabra y, en general, un clima bastante insolidario hace que ni siquiera la camaradería esté en boga.
  
Es, sin embargo, palabra antigua y hermosa, más bien de uso literario en los finales del siglo XIX, y resucitó a la vida popular —que casi siempre arranca en la milicia— allá por los tiempos de la clasificada como G.M.I. Calculo que a la gente de mi generación le llegó a través de la novela pacifista. (No hay nada que provoque tanto gusto por la guerra como una novela profesionalmente pacifista, y tengo para mí que mucha culpa de las exaltaciones belicistas de los veinte y los treinta la tuvieron los Remarque, los Barbusse, los Zweig, los Yale Harrison y gente por el estilo.)
  
Camarada era el título de un libro escolar que no nos caía demasiado en gracia a los que hicimos la primaria en tiempos del charlestón, y también encontramos el vocablo en aquel enternecido Corazón de Edmundo d'Amicis. Pero nuestro enamoramiento con el uso de la palabra camarada vino a través de Sin novedad en el frente, y me refiero no sólo a la novela, sino también a su versión cinematográfica.
  
Por entonces ya andábamos en los años mayores del Bachillerato, y nos tocó asistir en corporación a la apertura de un Hogar del Soldado en el cuartel de uno de los Regimientos que guarnecían Pamplona. Jamás supe por qué, me designaron a mí para decir unas palabras en nombre de los estudiantes a la vez que se entregaban unos pocos libros, regalo de las letras a las armas. Cumplí como pude, pero lo que sí es seguro es que causé una cierta sensación al comenzar la lectura de mi par de cuartillas así:
  
— Camaradas soldados…  
Uno de los capitanes —mandaba ametralladoras— me premió sentándome en el sillón de una máquina y haciéndome tirar un peine de fogueo. Fue la primera vez que olí la pólvora. Ese capitán, tres o cuatro años después, mandaría la primera Centuria de Navarra en Somosierra, y más de una vez fui a su puesto de mando llevando un enlace y olfateando la pólvora en serio.
  
El Diccionario de Almirante dará al curioso lector todas las necesarias precisiones —y aun imprecisiones— sobre el origen del vocablo. Parece que en el nacimiento de la artillería, o poco más, significó algo así como batería. “Por la parte de tierra —escribe Carnero, citado por Almirante— se había plantado otra camarada de otras doce piezas, que ambas a dos hicieron gran batería”.
  
De lo que no hay ni la menor duda es que el vocablo es de origen militar, lo cual atestigua, entre otros, nuestro padre Covarrubias. De cámara y de cama puede derivarse camarada, y antes de significar amigo entrañable, compañero de armas y aventura, vino a ser algo así como república o imperio, es decir, fraterna administración militar para asuntos de rancho y vida en común. Unas Ordenanzas del siglo XVII cantan “la buena y loable costumbre que solía haber de que los soldados viviesen en camaradas…, que son las que han conservado a la nación española”.
  
Ni más ni menos.
  
La palabra está en las arengas de los grandes capitanes de Flandes e Italia, que a su gente calificaban de magníficos señores, soldados y camaradas.
  
Fue una generación totalmente politizada la que volvió a usar, con un regusto entre militar e ideológico, tan hermoso vocablo. Esta generación es la que los escasos cursis que sobreviven dentro del Plan de Desarrollo llaman de “los cainitas”, es decir, la generación que aceptó la guerra con honor, tanto de una como de otra parte. Recuerdo como dos grandes impresiones de mi juventud la primera vez que me oí llamar camarada en el palacete de Riscal y la primera vez que canté —casi sin conocer la letra— el Yo tenía un camarada; fue en un entierro falangista que acabó como el rosario de la aurora, allá por el camino de las Sacramentales viejas. Esta canción sería a finales del 37, junto a las murallas de Ávila, una de las que primaban a la hora de marchar los cadetes de la primera promoción de aquella Academia de Infantería.
  
La palabra tropezó con resistencias reaccionarias, tanto en el mundo de las derechas como en el de las izquierdas, que para mí siguen siendo bastante parecidas en gustos. A los socialistas les complacía más decir compañero, y cuando los de derechas se referían a los falangistas pronunciaban la palabra camarada con el mismo “retantán” que los socialistas al hablar de los comunistas y de los rusos.
  
Gabriel de Araceli cuenta en Valencia 1936, refiriéndose a los que rusos que pilotaban la guerra desde el lado rojo: “Mangoneaban bastante. Iban vestidos de paisano, a lo más con uniforme caqui abierto, pero sin insignias ni distintivo alguno. Los intérpretes eran casi siempre muchachas, algunas guapas y casi todas judías polacas que fumaban como carreteros. Entraban y salían mucho; nadie parecía mandar en ellos, y utilizaban el teléfono durante largos minutos, gritando con el receptor al oído como demonios. Se les llamaba «los camaradas», y con ese eufemismo se les conocía.”
  
Al eufemismo se apuntaban, también con su mijita de sorna, los comunistas indígenas.
  
En zona nacional también tropezó la palabra con muchos inconvenientes, tan respetables como injustos. Fue Pedro Laín quien mejor defendió el vocablo, verdadera bandera dialéctica de mi generación, en un artículo publicado en Arriba España de Pamplona, primer diario falangista, el 18 de abril de 1937, en plena ofensiva de Vizcaya. “Viene hoy en busca de esclarecimiento esta palabra de «camarada», que —para escándalo de viejos y débiles— sale con gozo y brío nuevos de los labios nacionalsindicalistas. Todos hemos oído la objeción pacata. Acaso muchos de entre nosotros lo hayamos sentido un poco, porque venimos de una sociedad radicalmente burguesa, y nada hay que conserve huella tan honda como las blanduras.”
  
Era un artículo estupendo, preciso, riguroso. Decía que la palabra camarada tenía “solera de Tercio viejo”, lo cual es cierto, y también que la Falange “bautizó al camarada para hacerle hermano”, lo cual, al menos entonces, era verdad. Acaso nos hemos olvidado ya de lo que aquel vocablo significó para todos y también de todo aquello a que nos comprometía.
  
La palabra adquirió un aire generacional, definitorio, de tal modo que en el Frente de Madrid de Neville, en agente nacional de información que pasa las líneas hacia la capital a través de una mina, convoyado por otro agente nacional que allí trabaja, lo hace notar sobre la marcha:
  
“— Que descanséis, camaradas —les dijo al dejarles pasar.
«Siguieron unos pasos en silencio. Luego dijo Javier:
«— Resulta curioso oír decir camarada a los rojos.
«— Eso llevan aprendido para después.”

  
Hace algún tiempo asistí a una reunión de antiguos combatientes de la guerra más política del mundo, reunión ya tan despolitizada que con tal de eludir el uso de la palabra camarada —precisamente por la significación que tuvo en la guerra y en la postguerra—, muchos de los asistentes caían en el uso y abuso del “compañero”, con lo cual todo sonaba como a Saborit, Carrillo o Llopis. Menos mal que uno de los allí presentes tuvo la ocurrencia de referirse a sus camaradas de una bandera de la Legión diciendo:
  
— Como recordarán mis colegas de bandera…  
La palabra camarada aún significa para muchos españoles el hermano del 18 de Julio. Y esto, pase lo que pase, tiene fuerza y tira a peso de la cabeza y el corazón. Cosa, a mi modo de entender, que un día u otro ha de verse.
  
Rafael García Serrano
(tomado de “Diccionario para un macuto”)