martes, 25 de enero de 2011

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NUNCA MENOS:
LA MURGA DEL MUERTO
         
        
¿Habrá sido por amor? O acaso fue la mucha tristeza por el muerto, no sé. Vaya uno a saber porque desinteresada y noble razón a un tal Bouchoux se le ocurrió el Nunca menos, canción dedicada al finado Néstor Kirchner.
          
No nos atreveríamos a juzgarlo desde el punto de vista estético, eso sería inapropiado porque se trata de algo rigurosamente alejado de la belleza.
        
Poco, más bien nada, encontraremos de poético ni de verdadero es esas líneas, es inútil, no busquemos arte por ahí, estamos en  el esquivo territorio de la obsecuencia. Y esa zona halla en la vulgaridad su manera de expresión más afín.
        
De todos modos debemos reconocerle dos aciertos. Uno es el título, en realidad Nunca menos nos parece un logro, logro parcial y algo gastado si ustedes quieren pero logro al fin, el Nunca menos, en cierta forma nos está  diciendo algo.
             
Nos dice por ejemplo  que nunca hubo alguien menos digno para ejercer la presidencia del país, que nunca como durante el ciclo K fueron menos respetadas las instituciones de la república, que nunca fue menos cuidado el bien común del pueblo argentino, desde este ángulo el Nunca menos estaría bien.
         
El otro en cambio es un acierto con todas las luces. No es posible imaginar un cierre más definitorio y ajustado a la triste realidad del país K, que representándolo a través de  un coro murguero.
              
El ciclo K termina como debe ser, con una murga. Aunque ni siquiera lo hace con esa especie de gracia elemental y hasta salvaje de las murgas, no, ni siquiera eso,  lo que escribe es  adulación de la peor y mal gusto.

Todos sabemos que el tiempo de las murgas es el carnaval, y como el carnaval  es la estación que  mejor  define a los K, tal vez ese sea el momento exacto para cantarla.
           
Como es previsible habrá coro de murgueros que tampoco serán los auténticos sino apenas las caricaturas, de esas truchas que cantan e imitan por amor si pero amor a la guita y a los negocios del poder. No es imposible adivinar quienes serán algunos de los componentes. En cuanto a la murga habría que darle  nombre, se nos ocurren  varios, ahí van: Los Piojosos de Olivos, o Los Felpudos de Cristina, pero quien quiera que le ponga la cursilería  que prefiera, no errará.
        
Murga y carnaval y poder arrasan mal en esta querida tierra nuestra, hoy poblada de tilingos adormecidos y traficantes y asesinos. Pero nadie espere ser firme lo que es pasajero hace apenas tres meses, lo comprobamos dramáticamente. No hagamos del nuestro un dolor sin horizontes, en la angustia en la soledad desesperada en la pobreza vivieron patriotas, que supieron rescatar a la patria de otros carnavales.
         
Miguel De Lorenzo
       

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cancion ideal para escuchar cuando se va al baño.

Anónimo dijo...

las murgas por mal buen gusto que tengan suelen ser alegres al menos. lo que mejor les encuadra seria la obra Las brujas de salem. alguien se detuvo a observar las miradas de brujas de cristina, garre y digiorgi. mama mia es una carac....lismo insoportable otro que murgas. brujas de mala cara y seño frunsido. daniel jorge

Anónimo dijo...

Quiero reescatar a Diana Conti del involuntario e inmerecido olvido en que se encuentra al no figurar en el listado de brujas anterior.

Diana Conti por mérito propio tiene la mas magnífica cara de bruja de toda la partidocracia argentina. Faz de xorguina que acompaña con modales prepotentes, groseros y soeces, muy propios de las voladoras de escoba y pócimas malolientes.

Dejo sentada su candidatura a Bastonera y Escoba Mayor de la Murga de las Brujas de la Progresía Argentina.
Fernando José Ares

Manuel dijo...

Sobre el tema del fomento de las carnestolendas, basta con escuchar ese insoportable estallido de tachos para darse cuenta de que semejante estruendo es lo más cercano al tam-tam de las tribus primitivas. Curiosamente, hay otro símbolo de primitivismo, como son los tatuajes, que también son constantemente publicitados desde los medios desde hace tiempo, y, lógicamente, adoptados en forma masiva por los jóvenes. Decía Lombroso que la aparición en mayor o menor cantidad de tatuajes en una sociedad determinaba su grado de civilización o salvajismo. Creo que no es casual que desde el poder mundial se fomenten prácticas salvajes como el tam-tam o los tatuajes. El próximo paso, seguramente, será la moda de las mutilaciones; que, como toda moda audaz, será primero un escándalo, luego tolerada y finalmente aceptada socialmente.