lunes, 12 de julio de 2010

De pluma ajena

HERMANO TRES PUNTOS

Señor Director:

“El comentario de don Armando Ribas (30/6) a mi carta sobre Galileo permite advertir los tres puntos que explican nuestras convicciones opuestas. Se ve en primer lugar que es partidario de la leyenda criticada por mí; después, que detesta la cristiandad medieval, a la que yo admiro, y finalmente que desdeña mis conocimientos, aconsejándome leer la historia de nuevo.

“Ahora bien, salvo la pobreza de mi versación, que no discuto, con el mayor respeto diría que quien debe leer de nuevo mi carta es el ilustrado crítico. Porque en la suya, aparte de una inexactitud inicial sobre mi expresión acerca de la teoría heliocéntrica, mezcla referencias a personajes y cosas que yo nunca mencioné. Como las alusiones a Giordano Bruno, a pontífices, al islamismo y a la pedofilia. Todo lo cual tiene entidad para confundir al lector inadvertido; acaso llevándolo a atribuir todavía más ignorancia de la que calzo. Con esta puntualización indispensable, aprovecho para ofrecer cordialmente al doctor Ribas algunos libros de autores serios, así como apuntes míos sobre el particular; donde se podrá enterar que después del famoso juicio, Galileo completó su obra Discorsi e dimostrazioni matematiche intorno à due nueve scienze. Según especialistas, piedra angular de la ciencia de la mecánica construida por los científicos de la siguiente generación, con Newton a la cabeza. Lo que desmentiría la afirmación repetida por mi crítico, de que el gran astrónomo fue «condenado a no poder enseñar ni publicar nada más en su vida»”.

(Carta de Lectores publicada en “La Nación”, el 10 de julio de 2010)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Antonio.

Tal vez este no sea el lugar pero no encuentro el apropiado para hacerle la siguiente pregunta.

Mi pregunta tiene que ver con respecto al cine.

He estado viendo películas estos días sobre la vida de los santos. Por ejemplo entre los que mas me conmovieron: Maria Goretti, Padre Pio y Don Bosco. Todos muy lindos mensajes.

Pero cuando vi Las Manos (sobre el padre Mario Pantaleo,cuyo director es Alejandro Doria) noté cierta aversión, un tanto disimulada, hacia las jerarquias y la Iglesia Católica.

Cerca del final hay una frase que dice "no importa que la enseñana sea confesional", desdeñando la enseñanza del evangelio y de la Doctrina Social cuando todos estamos obligados de llevar de alguna manera la salvación a todas las personas.

Espero que pueda brindar un poco de luz sobre este asunto, apelando a su profundísimo conocimiento y criterio para este análisis.

Cordialmente

Nicolas