martes, 6 de enero de 2009

Si de saqueo hablamos


SUR, PAREDÓN…
¿Y DESPUÉS?

“Leges sine moribus vanæ” (Horacio)

De camino a Junín de los Andes se pueden ver algunas cosas alentadoras, por ejemplo, en un paredón en Zapala, una inscripción que reza: “No al saqueo de nuestros recursos”; y diseminados a los costados de la ruta, en medio de profundas soledades, crucifijos y pequeños altares dedicados a la Santísima Virgen.

Ya en el destino nos encontramos con algunas sorpresas: en el Colegio María Auxiliadora una docente puso en duda la existencia de Nuestro Señor Jesucristo, y exhibió como material didáctico “La Noche de los Lápices”, versión cinematográfica de la fábula homónima. Por otra parte, durante la celebración del Día de la Primavera, en la plaza principal —con los consabidos pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo pintarrajeados en el piso— un grupo de enajenados juntaba firmas para solicitar el cambio de nombre de la Avenida General Roca. No, claro, por protestar contra el Roca masón, laicista y enemigo de la Iglesia, sino para negar la Conquista del Desierto, que consolidó la soberanía patagónica de la patria.

Por otra parte, las noticias locales informaban que en Neuquén se ven con el severo problema de los jóvenes borrachos que dejan, casi cada fin de semana, su cuota de cadáveres en sus picadas al salir de los boliches, en paralelo con lo que sucede en la Capital Federal, como deja constancia “La Nación” del 21 de septiembre de 2008 en la nota “La diversión nocturna, una trampa para los jóvenes al volante”.

Las autoridades neuquinas intentaron poner fin al flagelo prohibiendo la venta de alcohol a los menores de 18 años; lo que, claro, no dio los frutos esperados. Ahora se intenta intensificar los controles de alcoholemia, encontrándose, por un lado, con la escasez de los aparatos destinados a ese fin y, por otro, con la paradoja de tener que endurecer las leyes. ¡Oh, las delicias del sistema garantista!

Mrs. K, criticando la cobertura de la crisis rural, dijo: “Hoy leía que la justicia había hecho un apriete a gente por la ley de desabastecimiento, y yo me imagino a un alumno, haya o no terminado la escuela, que lee que se entiende como un apriete que un juez aplicando una ley de la Constitución Nacional intime a otros argentinos…, etc.”. Es una particular manera de defender la Constitución, tratando de evitar la confusión que puede generar en un joven el hecho de que la aplicación de la ley sea considera un apriete.

Bien, pero, paradójicamente, y en ese momento, ella se olvidaba precisamente de su bienamada Constitución, y en particular del art. 75, inc. 2, que prescribe como “Atribuciones del Congreso”: “Imponer contribuciones directas por tiempo determinado, proporcionales para todo el territorio de la Nación, siempre que la defensa, seguridad común y bien general del Estado lo exijan”, sobrepasándolos por medio de una resolución unipersonal.

En la misma nota pidió que “se informe y no que se desinforme”. En realidad, quien informó con claridad cristalina cuál era el verdadero destino de lo que se recaudaría por las famosas retenciones móviles, fue Mr. K, en “La Nación” (9 de julio, pág. 11): “Sin retenciones ¿cómo vamos a pagar las obligaciones externas?” Es decir, el objetivo era seguir pagando la deuda externa, “piedra angular de la tragedia económica argentina”, al decir de Julio González. Deuda perversa y fraudulenta, no contraída sino ideada para no ser cancelada jamás, y para servir como bomba de succión a perpetuidad de los recursos y esfuerzos argentinos.

Por cierto, también fue olvidado el art. 29 de la idolatrada Constitución: “El Congreso no puede conceder al Ejecutivo facultades extraordinarias, ni la suma del poder público, ni otorgarle sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y penas de los infames traidores a la Patria”.

En cuanto a las vidas de los argentinos, bueno es recordar que estadísticas oficiales mostraban que solamente en el 2002 murieron 11.703 lactantes por causas sociales, económicas y culturales.

Y también bueno es recordar los planes de despoblación de los siempre presentes Sir Henry Kissinger y Felipe de Edimburgo, entre cuyas frases célebres se encuentra ésta: “Nos dirigimos a un gran desastre, no sólo para el mundo natural, sino para el mundo humano. Cuanto más gente haya, más contaminación y más guerras. No tenemos otra opción. Si la población no se controla voluntariamente, habrá que controlarla involuntariamente mediante un aumento de las enfermedades, el hambre y la guerra” (cfr. “People”, 21 de diciembre de 1981).

En la misma línea de ¿ideas?, a David Forman, fundador del grupo ecologista Earth First (La Tierra Primero), en su órgano oficial Earth First! Journal, 8 de noviembre de 1987, no se le ocurrió nada mejor que decir: “El SIDA no es una maldición, sino un remedio oportuno y natural para reducir la población del planeta” (cfr. Alan B. Jones “Cómo Funciona Realmente el Mundo”).

“Leyes hay, pero no se cumplen”, dice el lugar común, y aparentemente hay que darle crédito. Porque la predisposición al cumplimiento de la ley tiene su trasfondo. José Ortega y Gasset insiste a lo largo de su obra en el tema de las creencias. Así dice en “Del Imperio Romano” que “creer algo es sernos la realidad misma, por tanto, algo que no se nos ocurre poner en cuestión, discutir ni —hablando con rigor— sostener. Son las creencias las que nos sostienen a nosotros, porque se nos presentan como la pura realidad en la que nos movemos, vivimos y somos”.

En la misma obra menciona que Cicerón consideraba como “los dos fundamentos supremos de nuestro Estado los Augurios y el Senado” —en ese orden— y pone énfasis en que la puerilidad misma del acto de consultar el vuelo de los pájaros antes de tomar decisiones fundamentales nos da la pista de su significado: “Al auspiciar el hombre reconoce que no está solo, sino que en torno suyo, no sabe dónde, hay realidades absolutas que pueden más que él y con las cuales tiene que contar”. Y agrega: “los conceptos de Creencia y Estado se compenetran. En la política hay épocas de religión y épocas de negligencia, de cuidado y descuido, de escrupulosidad y frivolidad”.

En “Historia como Sistema”, otra de sus obras, refiriéndose a la necesidad de una Revelación, acota: “Esta es el único pedagogo y gobernante del hombre. Sin su presencia inexorable y patética ni hay en serio cultura, ni hay Estado, ni hay siquiera —y esto es lo más terrible— realidad en la propia vida personal”.

Si desde hace tantos años se viene insistiendo que está “prohibido prohibir”, y se caricaturiza a la autoridad y a la jerarquía —segundo instinto en importancia en el hombre y en la mayor parte de los animales en libertad— tildándola de “autoritarismo”, no se puede esperar nada distinto al drama que vivimos. Si se ha intentado llevar al desván a nuestra Religión y a nuestros valores tradicionales, los que impulsaron el cambio deben estar batiendo palmitas, y los que lo festejaron y consintieron, no se pueden quejar de la cosecha.

La verdad es volviendo a las fuentes, para algunos anticuadas y pasadas de moda, se puedan salvar muchas más vidas que dictando leyes como la de la legalización del aborto, o que enseñando cosas como el multiuso hedonista y pluriorificial de los genitales.

Luis Antonio Leyro

2 comentarios:

Fernando José dijo...

Los aberrantes disparates que ocurren en colegios católicos de la diócesis, o mas bien soviet, de Neuquén no son de extrañar.

Bajo la dirección del Supremo Indigenista, el italiano Marcello Angiolo Melani, integrante con el Soviet de Quilmes y herejes luteranos de su misma ralea, del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, una organización de agitación de la ultraizquierda, se desarrolla la pedagogía de la perversión con libreto escrito desde La Habana.

El Comisario Político de tal proyecto es el bolchevique Padre Rubén Omar Capitanio, protagonista sistemático de cuanta mala causa ande suelta por ahí. El último bochorno en que participó fue el linchamiento del P. Christian von Wernich. Capitanio, un nostálgico del paredón cubano, deseaba que apretasen mas fuerte la cuerda.

Anónimo dijo...

Capitanio el de la imagen de la virgen con el pañuelo de la Bonafini...linda roca para la catapulta...Enrique